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Algunas de las personas que forman parte de Todaos Boyacá durante la presentación de la política pública LGBT de Tunja.

De Tunja para Colombia

Quién se iba a imaginar que una de las ciudades más conservadoras de Colombia se convertiría en ejemplo para las que aún no cuentan con una política pública LGBT.

Tunja es considerada una de las ciudades más conservadoras de Colombia. Una de las tantas en donde sus alcaldes y funcionarios públicos acostumbran decir: “acá no hay homosexuales. De eso no se ve por aquí”. Sin embargo, se convirtió en la cuarta ciudad, después de Bogotá y Medellín y del departamento del Valle del Cauca en tener una política pública en diversidad sexual, géneros y personas LGBT.

Para quienes no estén familiarizados con el tema, una política pública es, en líneas generales, la respuesta que da el Estado a unas necesidades específicas de la sociedad. En este caso, se trata de un mecanismo para garantizar los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBT) de Tunja y evitar la discriminación de esta población.

La idea de tener esta política pública nació de un proyecto de grado de dos estudiantes de la carrera de Enfermería. Sus autoras, Lida Cifuentes y Ximena Borda, buscaban identificar cómo estaba Tunja en espacios de encuentro para las personas LGBT.

Inicialmente las directivas de la Escuela de Enfermería de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), donde ellas estudiaban, rechazaron el proyecto argumentando que el tema no estaba relacionado con la carrera.

Sin embargo, según Cifuentes, la Enfermería abarca el cuidado integral de todas las personas, entre ellas las LGBT. Finalmente el proyecto fue aprobado y durante 2008 y 2009 identificaron alrededor de 100 personas LGBT en esta ciudad. Otra de sus conclusiones fue que Tunja necesitaba una política pública que garantizara los derechos de las personas LGBT.

Demostraron que en esta ciudad, aparte de dos bares, no había oportunidades de participación para esta población. Así que una vez presentaron el trabajo de grado, se destinó un espacio de La casa de la mujer -observatorio social con perspectiva de género de la UPTC- como punto de encuentro para la discusión de temas de diversidad sexual y de géneros.

“La casa de la mujer trabaja no solamente por los derechos de las mujeres sino por los de poblaciones como la LGBT que aún es discriminada obedeciendo a un contexto machista”, explicó Astrid Castellanos, directora de La casa de la mujer.

Y nació Todaos Boyacá

Después de un año de reuniones con quienes llegaron al espacio de encuentro, en 2009 se conformó la organización Todaos Boyacá que tiene entre sus objetivos crear estrategias para el reconocimiento de la diversidad sexual en la ciudad y garantizar los derechos humanos de las personas LGBT.

El grupo, conformado por cerca de 25 personas, ha sido bien recibido en la ciudad. El único incidente por el que ha pasado tuvo lugar en 2011, cuando por primera vez participaron en una marcha organizada por mujeres. Algunos hombres de Todaos asistieron con tacones. Esto fue motivo suficiente para que los insultaran, al punto que fue necesario llamar a la Policía.

El 2 de noviembre de 2013 tuvo lugar la primera marcha LGBT de Tunja. Para ese día la alcaldía les había aprobado el préstamo de la Plaza de Bolívar. Se había convocado ese lugar como punto de encuentro.

A las 10 de la mañana les avisaron que no había tarima disponible, ni sonido ni Plaza de Bolívar. Después se enteraron de que el alcalde Fernando Flórez quería apoyar la iniciativa, pero para empezar prefería que fuera más “discreta”.

Katerinne Sánchez, representante legal de Todaos Boyacá y Lida Cifuentes, una de las fundadoras d eesta organización.
Katerinne Sánchez, representante legal de Todaos Boyacá y Lida Cifuentes, una de las fundadoras de esta organización.

“Nos asignaron una plazoleta más pequeña, sin tarima. Sin embargo, cuando se terminaron las actividades allí programadas, nos tomamos la Plaza de Bolívar. Y no hubo insultos ni señalamientos”, recuerda Cifuentes.

No ha sido fácil incluir el tema LGBT en las administraciones municipales. Desde que Todaos se consolidó, habían buscado sin respuesta alguna, el apoyo de la alcaldía y de la gobernación. “Nos decían que ‘eso’ no existía en el departamento, que en Boyacá solamente se conocían casos aislados de hombres que tenían sexo con otros hombres, pero nada más”, dice Cifuentes.

Sin embargo, la política pública LGBT de Tunja salió adelante gracias a que algunos integrantes de Todaos son funcionarios de la administración municipal y desde sus cargos presionaron. Lida Cifuentes, por ejemplo, trabaja en la Secretaría de Protección Social. Allí identificó que en el plan operativo de la alcaldía están incluidas las poblaciones vulnerables, entre ellas la LGBT.

Así que en 2013 Todaos se constituyó legalmente para participar en una licitación pública que buscaba seleccionar a la organización a cargo de identificar a las personas LGBT de la ciudad.

Lista la política pública LGBT

Esto implicaba responder, entre otras preguntas, cómo era la situación de esta población, qué necesidades tenían y cómo se sentían en cuanto a derechos y a espacios de participación ciudadana.  Los resultados del informe servirían de base para la construcción de la política pública LGBT de Tunja.

Todaos fue la organización escogida para liderar la iniciativa. Lo primero que definieron era que no querían una política pública “copiada y pegada” de otra ciudad, sino una que se ajustara a su contexto y a las necesidades de las personas LGBT de Tunja. El segundo punto que determinaron era que debía incluir acciones concretas.

Finalmente la política se elaboró teniendo como eje central la educación en diversidad sexual y de géneros desde la más temprana edad. Entre sus objetivos generales están la protección de los derechos humanos, promover el respeto por las diferencias, garantizar la igualdad de derechos y fomentar el reconocimiento de la diversidad.

También busca promover entornos incluyentes, transformar imaginarios, generar las condiciones para la atención integral de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas y fortalecer el movimiento LGBT para aumentar su participación en diferentes escenarios.

La política pública LGBT de Tunja tiene seis enfoques clave:

  1. La protección de los derechos humanos.
  2. Reconocer que no hay una sola orientación sexual o identidad de género.
  3. Reconocer que las personas LGBT, como cualquier otra, tienen necesidades que van más allá de su orientación sexual o identidad de género.
  4. Establecer que las personas LGBT tienen necesidades diferenciales.
  5. Incluir estrategias para garantizar el cumplimiento de sus derechos.
  6. Garantizar los principios de dignidad, participación y equidad.

En octubre de 2014 el alcalde de Tunja Fernando Flórez defendió públicamente la política LGBT. “Antes su discurso estaba más orientado hacia la familia tradicional. Este cambio pudo obedecer a que inicialmente él veía 10 o 15 personas LGBT en la ciudad y en las encuestas se identificaron 1077, una cifra bastante significativa”, afirma Lida Cifuentes.

La política pública LGBT de Tunja ya está aprobada por el comité de política social de la administración municipal y en marzo de 2015 será radicada en el Concejo de la ciudad para que sea discutida en este escenario. De aprobarse, será de obligatorio cumplimiento para las próximas alcaldías.

“Este no es un asunto exclusivo de las personas LGBT, es un tema de igualdad de derechos y por eso le compete a todos los habitantes de la ciudad”, enfatiza Cifuentes. La idea de Todaos es ampliar su trabajo al departamento de Boyacá. “Necesitamos aprender a respetar la diversidad y a entender que acá hay espacio para todas las personas, sin distinción alguna”, concluye.

Algunos momentos de la presentación de la política pública LGBT de Tunja:

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