Fiesta decembrina de la diversidad en Bogotá

No soy muy navideña; lo digo así para expresarlo de modo amable. Pero diciembre es diciembre y no puedo caer en el encierro. Entonces decidí salir con mi cámara a la celebración de cierre de En Bogotá se puede ser.

Dentro de ese poder ser la administración pública bogotana realiza varias acciones encaminadas a garantizar el ejercicio de los derechos y la equidad ciudadana.

El 17 de diciembre de 2014 me fui a presenciar un evento decembrino en el Parque de Teusaquillo, en Bogotá.

Me encontré con una alegre actividad en donde diferentes personas y agrupaciones subían a la tarima para divertir al público con bailes y música.

Un ambiente que ayudaba a soportar el frío de este lluvioso fin de año; sin embargo, me sorprendí por la escasa asistencia.

Yo recibí la invitación por mi correo y estaba en la página web de la Subdirección para Asuntos LGBT de la Secretaría de Integración Social.

Pero al parecer, este tipo de eventos no llaman mucho la atención o no se hace la suficiente difusión. Lo cual es una lástima porque si de algo sirven es para que las personas se hagan sensibles y respetuosas de la diversidad.

El asunto, en este caso, es que si sólo asistimos las mismas de siempre con los mismos de siempre y nos dan el pocillo para nuestro cafecito matutino, no estamos haciendo real incidencia.

Hay muchas cosas para celebrar del trabajo de la Subdirección y también de la Dirección de Diversidad de la Secretaría de Planeación; pero espero que para el próximo año, las acciones en el espacio público realmente convoquen a la diversidad de poblaciones y esto implicaría una fuerte presencia de varios sectores y, sobre todo que nos relacionemos con la ciudadanía hetero y con quienes lideran opinión en diferentes medios.

Así, ese tipo de acciones lograrían real incidencia y podrían trascender la simple consigna de metas e indicadores en la gestión pública.

Lo mejor

Lo que sí encontré muy gratificante en esta tarde fue ver a quienes lideran diferentes iniciativas de inclusión y a las amigas de siempre. Es decir que lo que critiqué al principio es también lo que me gustó a nivel personal, por el abrazo cálido que nos damos cuando nos vemos y por las sonrisas compartidas. Pero sobre todo, porque mis amigas posaron para mis fotos de reportera aficionada que acá les dejo.

Coleta

No sé si esta frase es real pero me parece que tiene el humor que se necesita en la época decembrina: “Dejé de creer en Papa Noel cuando tenía 6 años, mi madre me llevó a verle a un centro comercial y él me pidió un autógrafo” (Shirley Temple).

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