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Adopción igualitaria en Colombia, ¿el debate se desvió?

El reciente debate de la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, se centró en “estudios científicos” y dejó de lado la igualdad de derechos para las parejas homosexuales.

“Un estudio científico revela”, fue una de las frases más repetidas durante el reciente debate que tuvo lugar en Colombia sobre la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo.

Argumentando el “interés superior del niño”, líderes y medios de comunicación resaltaron diferentes investigaciones sobre las consecuencias en el desarrollo de los menores, de crecer en familias conformadas por padres o madres homosexuales.

“De las conclusiones de psiquiatras, psicólogos y médicos, entre otros profesionales, dependió la decisión que tomó la Corte Constitucional de si las parejas del mismo sexo pueden o no para adoptar”, afirmó Manuel Páez, docente e investigador del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia.

Así, muchas personas aceptaron los análisis mentales y de comportamiento presentados sobre los homosexuales, como si el hecho de no ser heterosexuales comprometiera per se las habilidades o capacidades de una persona para proporcionarle un hogar adecuado a un menor.

Por una parte, hubo quienes afirmaron que se necesitaban más investigaciones que demostraran que las parejas gais son idóneas para adoptar porque lo importante es proteger a los menores. Como si tener una orientación sexual homosexual implicara, de plano, una amenaza para ellos.

Quienes se oponen a la adopción igualitaria, citaron un estudio de la Universidad de Texas dirigido por Mark Regnerus. Sin embargo, quienes están a favor expresaron que dicho estudio fue financiado por líderes religiosos y que por tanto obedece a intereses específicos

Docentes de La Universidad de la Sabana señalaron que, de acuerdo con estudios científicos, la homosexualidad es una enfermedad y que por este motivo las parejas del mismo sexo no pueden adoptar. A los pocos días otra institución respondió que los estudios sobre adopción homosexual no son concluyentes y que aún es imposible dar una opinión definitiva.

Para algunas asociaciones de pediatría y psicología, el hecho de que los menores convivan con parejas del mismo sexo no implica ningún riesgo para ellos, pero según otros estudios, sí lo estarían, debido a que las personas homosexuales son más promiscuas que las heterosexuales y registran mayores índices de divorcio.

Detrás de los estudios

“Pocas personas se preguntaron quiénes financian esos estudios o qué intereses hay detrás de cada uno.  Así, curiosamente el Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana dice que, según investigaciones, la única familia apropiada para los niños es la conformada por un papá y una mamá”, dice Páez.

Según este abogado, en caso de que las decisiones jurídicas tuvieran que ajustarse a estos documentos, habría que quitarles sus hijos a las parejas heterosexuales porque según una investigación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la mayoría de responsables de violencias sexuales intrafamiliares son hombres adultos heterosexuales familiares de las víctimas.

“¿Por qué en estos casos los estudios no resultan tan relevantes?”, se pregunta Páez. Desde tiempo atrás, explica, muchas de las discriminaciones han estado respaldas en investigaciones que obedecen a intereses particulares.

“En algún momento, una universidad norteamericana dio a conocer un estudio que afirmaba que las personas negras no eran inferiores a las blancas, sino que investigaciones demostraban que se desarrollaron en un contexto diferente. Por tal motivo, lo mejor era enviarlas al África”, dice Páez.

En 2013, cuando en el Congreso de Colombia se discutió un proyecto de ley que buscaba aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, un congresista argumentó que los homosexuales no podían tener los mismos derechos que los heterosexuales, porque estudios demostraban que una parte de su cerebro era más pequeña.

Según Páez, en las sentencias de agosto de 2014, de las mamás lesbianas de Medellín y en la de febrero de 2015, la Corte Constitucional dijo que hay diferencias fácticas, biológicas y naturales entre las familias homosexuales y las heterosexuales y que este hecho implica un trato jurídico diferencial. “En esta discusión se utilizaron argumentos que se anunciaban como científicos para negar derechos”.

La pregunta de fondo que Manuel Páez plantea es: ¿por qué la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo está condicionada a investigaciones que analicen a las personas homosexuales?

En este debate, el tema de la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo pasó a un segundo plano. No fue bien visto hablar de esto. Tal como lo expuso la senadora Viviane Morales, lo correcto era centrarse en el bienestar de los niños, como si lo uno excluyera lo otro.

También es un tema de igualdad

Sin embargo, también es importante contemplar que las parejas homosexuales que cumplan con los requisitos estipulados por la ley, deberían poder adoptar tal como lo hacen las heterosexuales.

Por otra parte, cuando la Corte Constitucional admitió una demanda de algunos artículos del Código de Infancia y Adolescencia, invitó a iglesias y grupos religiosos como la Conferencia Episcopal de Colombia o a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a emitir sus conceptos sobre la adopción igualitaria.

“La Corte está en libertad de convocar a opinar a quien considere pertinente, pero es preocupante que los líderes de una determinada iglesia tengan algún poder de decisión sobre la igualdad de derechos de una minoría. Preocupa que sea entendido como democrático abrirle la puerta a discursos de odio”, enfatiza Páez.

De esta manera, continúa, el debate se desvió y se le siguió el juego a estudios que, con base en prejuicios o ajustándose a la ideología del financiador, emitieron conceptos sobre un tema que, en esencia, es jurídico.

“Si el debate se hubiera centrado en este ámbito, la decisión habría sido que las parejas homosexuales pueden adoptar. Pero como quienes se oponen a esta posibilidad se dieron cuenta que desde el lado jurídico perderían, decidieron citar los estudios que les convengan”, asegura.

Uno de los ejes fundamentales de las recientes sentencias de la Corte ha sido “proteger el interés superior del niño”, lo que suponen consiste en garantizarles una familia conformada por un papá y una mamá. Sin embargo, según Páez, el interés superior del niño está sujeto a cada caso concreto: para determinar qué es lo mejor para un menor, debe estudiarse su situación particular.

Para ahondar en este tema, ampliar el debate y conocer la opinión de docentes y especialistas de diversas áreas, el departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia, Sentiido y el grupo estudiantil Mente Abierta Externado, llevaron a cabo el conversatorio: “más allá de las leyes: una mirada interdisciplinar a la adopción igualitaria”.

Participantes:

  • Fernando Rey: catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid y presidente del Consejo para la Promoción de Igualdad de Trato de España.
  • Manuel Páez: docente investigador del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia.
  • Carlos Iván Molina: médico psiquiatra epidemiólogo, miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría y docente investigador de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia.
  • Nadia Cortés: docente del programa de Sociología de la Universidad Externado de Colombia.
  • Ángela Hernández: doctora en Psicología de la Universidad de Louvain y docente investigadora de la Universidad Externado de Colombia.
  • Andrés Chaparro: estudiante de Trabajo Social de la Universidad Externado de Colombia y miembro del grupo Mente Abierta Externado.
  • Lina Cuéllar: directora de Sentiido y candidata a doctorado en Historia de la Universidad de Los Andes.

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