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Brócoli con sobrebarriga

¿A qué se refiere el espinoso argumento de la “idoneidad moral” para que parejas del mismo sexo puedan o no adoptar? ¿Se ha olvidado su lugar en la cotidianidad?

Cuando Sentiido contactó a Ana Leiderman, una de las ahora llamadas “Mamás lesbianas de Medellín” (que se han dado a conocer por la tutela que reclama la posibilidad de que dos personas del mismo sexo puedan adoptar), parecía que le reunión podía ser una más: aquella en la que se entrevista a la persona, se toman un par de fotos, se charla de temas varios como el clima y los periódicos, etc.

Parecía, también, que la información que podríamos llegar a obtener no iba a ser muy diferente de lo que ya han hecho otros medios como El Espectador o el Washington Post.

Ana y Verónica son una familia que vive en un apartamento acogedor en algún lugar de Medellín. Tienen un comedor y muebles de sala para recibir a la visita, un perchero a la entrada que sostiene un par de sombrillas floridas y algunos sombreros, uno de ellos blanco. También hay cajas plásticas en las que los niños guardan sus juguetes y hay una escalera que conduce a las habitaciones y los baños.

Las puertas de aquella repisa tienen un valor agregado del que no hacen uso las familias donde no hay hijos: están aseguradas para evitar una posible geológica rocosa entre infantes. Es un espacio agradable, ordenado y que demuestra la presencia de una familia: dos vinagretas en la mesa, un pequeño dinosaurio de plástico en una esquina y las voces de los niños antes de irse a dormir.

En la sala hay un bello mueble de madera que hace las veces de vitrina para exhibir pequeñas rocas de diferentes denominaciones que despiertan el interés de un visitante curioso.

Familia sí, pero sin hijos

Días después de este encuentro y de haber conocido de primera mano el largo proceso que la pareja ha tenido que llevar para hacer valer sus derechos como madres, el padre Llano, quien últimamente ha hecho todo lo posible para aparecer en las columnas de Sentiido, suscitó el inmediato recuerdo de la reunión con Ana aquel miércoles de septiembre. El punto esencial de aquella evocación era el argumento que ahora divinos y humanos parecen dominar: la llamada “idoneidad moral”.

Es un tema difícil de abordar porque se presenta, por una parte,  en el campo de las leyes, y por otra en el campo de la moral. ¿Qué es la idoneidad moral? ¿Cuál es la línea que define que una pareja es idónea moralmente para adoptar mientras que otra no lo es? Los expertos dirán: está en el papel. Léalo. Sin embargo la situación no es tan sencilla.

Por una parte se asume (porque la Corte Constitucional lo ratificó con la sentencia C-577 de 2011 ) que las parejas del mismo sexo conforman una familia, lo que estaría diciendo que sí son reconocidas ante la ley y es un derecho que pueden ejercer.

Por otro se está anunciando soterradamente que sí son familia, pero sin hijos, idea un tanto desorbitada dada la visión conservadora y tradicional de muchos gobernantes y legisladores de este país, que quieren ver niños por todas partes.

¿Por qué sin hijos, si estos pueden ser una extensión de la familia? Muchas veces no se dice en voz alta, pero salta a la vista la forma de pensar de algunos: porque las personas no heterosexuales son pervertidas, porque violan menores, porque están enfermas y porque no son complemento (léanse los caducos argumentos de “cóncavo/convexo”, “la mujer es complemento del hombre”, “del mismo modo y en sentido contrario”, etc.) el uno del otro.

Habría entonces que revisar primero qué estaba planteando la Corte Constitucional cuando ratificó a las parejas del mismo sexo como familia. Claro: hay familias que no pueden o no quieren tener hijos y esto no les quita el carácter de familia (si es que así quieren verse y ser vistas).

No es una obligación tenerlos. Pero sí debería ser un derecho para todos. ¿Por qué hay que “proteger” a la niñez de una familia que está amparada por la Constitución? ¿No es esto una contradicción?

El hecho de que los magistrados de la Corte hayan ratificado legalmente algo que muchas parejas ya sabían en la práctica desde hace largo tiempo, es un punto de partida para discutir la cuestión de la “idoneidad moral” que tantos sacerdotes como Llano dominan a la perfección.

Si la Corte admite que las parejas del mismo sexo constituyen familia y por lo tanto deben ser protegidas por el Estado colombiano, se asume que los legisladores esperan que esta familia sea idónea para componer la sociedad colombiana.

La “idoneidad”, esa palabra tan antipática que marca una distancia entre “los que sí y los que no”, puede ser tratada de muchas maneras. ¿Por qué las parejas del mismo sexo no son idóneas moralmente para adoptar uno o varios niños? (Tranquilo Monseñor, los niños sin hogar en un país como Colombia no se van a acabar porque personas LGBTI los adopten). ¿Por lo de “cóncavo/convexo”?

Los ojos con que se mira

Sin embargo lo que se pudo ver en la noche en que Ana Leiderman recibió a Sentiido en su casa fue otra cosa. Hospitalidad, una de las primeras características. Sensatez con respecto a los principios que rigen la educación de sus hijos, otra que no está en discusión.

Ana cuenta que pocas veces han tenido problemas con las personas que los rodean: el portero, la cajera del supermercado, la rectora y los papás de los compañeros de colegio. Es probable que estas personas ni siquiera consideren que Ana y Verónica junto con sus hijos sean personas excepcionales: son una familia más, con sus alegrías y sus tristezas. Sus momentos difíciles y aquellos de celebración.

Hace poco alguien en el Transmilenio le preguntaba a su acompañante qué tipo de jabón usaban las personas transgénero, como si tuvieran otro tipo de piel. Hay un punto del que la discusión debería partir y es dejar de ver a la población LGBTI como seres de otro mundo. Como si durmieran en ataúdes y se desintegraran con la luz del día.

La idoneidad moral está en esas pequeñas cosas de la vida, que no están dadas porque sean parejas del mismo sexo o no. Está en el afecto compartido, en el tiempo que se le puede dedicar a un niño, en los valores que se le inculquen y en la forma de enseñarle a respetar a las personas bien sean iguales o diferentes.

Esa noche Ana ofreció de comida un plato con brócoli, sobrebarriga y papa gratinada acompañado con un vaso de jugo. ¡Qué sorpresa! De pronto hasta fue la misma cena que la Procuradora para la infancia y la juventud comió ese miércoles sin saber que la idoneidad moral puede verse reflejada hasta en la cena de un día cualquiera.

2 thoughts on “Brócoli con sobrebarriga

  1. QUE ARTICULO TAN INTERESANTE, TAN LLENO DE CALOR HUMANO , DE LOGICA Y CRITERIO , PIENSO QUE TODOS NOS DEBERIAMOS UNIR Y PROTESTAR PARA RECLAMAR ESTE Y MUCHOS OTROS DERECHOS DE NUESTRA COMUNIDAD Y DE OTRAS , RECORDEMOS QUE LA UNION HACE LA FUERZA , LA IGLESIA CATOLICA ES TAN FALSA COMO UNA MONEDA DE 5 PESOS …. Y ES CIERTO LES INTERESA VER A COLOMBIA LLENA DE NIÑOS SIN IMPORTAR COMO Y A QUE PRECIO, HACE MUCHO VENGO DICIENDO QUE MI AMIGO GAY TUVO UN HIJO CON SU MEJOR AMIGA LESBIANA , LA CUAL TENIA SU PAREJA DE MUCHOS AÑOS , EL NIÑO TIENE AHORA 14 AÑOS FUE CRIADO POR ELLAS DOS NO POR MI AMIGO , CRECIO EN UN HOGAR FORMADO POR DOS MUJERES QUE SE AMAN , QUE SON NORMALES !!!!Y EL ES COMPLETAMENTE HETEROSEXUAL , ENTONCES SEÑORES CUAL ES EL MIEDO A QUE LOS HOMOSEXUALES ADOPTEMOS ? PORQUE NO SE PRONUNCIAN Y ATACAN CON TANTA VEHEMENCIA A LAS FAMILIAS DE HETEROSEXUALES QUE POR UNA U OTRA RAZON TIENEN SUS HIJOS EXPLOTADOS Y EN TAN MALAS CONDICIONES ? O ES QUE ELLOS NO REPRESENTAN EL DERECHO A UNA LUCHA MORAL POR UNA FAMILIA MAS DIGNA? EN CAMBIO LOS HIJOS DE ESTAS DOS VALIENTES QUE TIENEN UNA FAMILIA DIGNA , CON ALEGRIAS Y TRISTEZAS Y UNA VIDA NORMAL PORQUE NO PUEDEN TENER ESTE DERECHO ? HASTA DONDE Y DESDE CUANDO ES INMORAL DAR AMOR Y PROTEGER A UN NIÑO, HACERSE CARGO DE SU EDUCACION , DE SU PROCESO DE VIDA, PARA QUE SEA UN SER QUE PUEDA SERVIR A LA SOCIEDAD ? ES ESTO INMORAL ? PORQUE SE ATACA UN PAR DE MUJERES QUE LO UNICO QUE ESTA HACIENDO ES PENSAR EN CONTRIBUIR DE UNA MANERA POSITIVA AL DESARROLLO DE UN PAIS , COMO MADRES , TRABAJADORAS , MUJERES Y CIUDADANAS , PORQUE?

  2. Pues a mi me encantaría cenar con esta encantadora familia!! ademas se nota que estos chiquitines ademas de valores les enseñan a cocinar, definitivamente mejor 2 mamas que ninguna.

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