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Lo que dejó el debate de los manuales de convivencia

La inconformidad que generó el cumplimiento de la sentencia del caso Sergio Urrego, llegó al punto de convocar marchas y a un debate de control político. Lo sucedido también dejó lecciones importantes. Sentiido seleccionó cinco.

Por orden de la Corte Constitucional de Colombia, estipulada en la sentencia T – 478 de agosto de 2015, el Ministerio de Educación debía revisar, en un plazo máximo de un año, los manuales de convivencia de todas las instituciones educativas del país.

El objetivo: garantizar que los colegios sean respetuosos de la orientación sexual y de la identidad de género de sus estudiantes. También, tener certeza de que sus directivas “incorporan nuevas formas para incentivar y fortalecer la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes“.

Para facilitar la actualización de los manuales de convivencia, en marzo de 2016 el Ministerio de Educación firmó el convenio 753 con la ONG Colombia Diversa, UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas), PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y CISP (Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos), una agencia de cooperación italiana.

Para tal fin se fijó un presupuesto de 1.586 millones de pesos, de los cuales el Gobierno Nacional aportó 900 destinados a pagar a los profesionales encargados de hacer los talleres, cubrir los costos logísticos y el diseño de un taller virtual. Los 686 restantes los aportaron UNICEF, UNFPA y PNUD.

Uno de los objetivos del convenio era elaborar 34 preguntas orientadoras, dirigidas a directivas de instituciones, divididas en enfoque de género, convivencia y paz, participación y responsabilidad democrática, pluralidad, identidad y valoración de las diferencias.

El Ministerio organizó unos talleres en las diferentes secretarías de educación del país, para que a través de las preguntas orientadoras –que servían como guía– la comunidad educativa hiciera los ajustes correspondientes a sus manuales de convivencia para garantizar que no hubiera ningún tipo de discriminación.

Para cumplir con la sentencia de la Corte, el Ministerio de Educación también firmó otro convenio. Esta vez con UNICEF, PNUD y UNFPA. Esta última, como aporte adicional, creó con recursos propios un documento titulado “Ambientes escolares libres de discriminación”, dirigido a directivas y docentes de colegios.

Teniendo en cuenta que la sentencia de la Corte hace especial énfasis en el respeto a la orientación sexual y a la identidad de género de los estudiantes, la cartilla se concentra en explicar, a profundidad y con base en voces expertas y estudios académicos, conceptos como “orientación sexual”, “identidad de género” y “expresión de género”.

¿No a la educación sexual?

Tanto las preguntas orientadoras como dicha cartilla generaron un profundo malestar en algunos sectores conservadores y religiosos de Colombia.

La inconformidad llegó al punto de convocar a marchas y a un debate de control político a Gina Parody, ministra de educación (quien recientemente tomó una licencia de cinco semanas para dedicarse a la campaña por el “sí” en el plebiscito por la paz).

“El objetivo de estas citaciones es solicitarle a un funcionario una explicación sobre un tema de relevancia nacional. Este evento no deriva, automáticamente, en sanción o en una consecuencia legal”, señala Manuel Páez, abogado y docente de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia.

El debate tuvo lugar el pasado 16 de agosto. Allí, los senadores citantes Jimmy Chamorro (quien además es líder de una iglesia cristiana) y María del Rosario Guerra (del Centro Democrático) expresaron que era “un debate en defensa de la familia, los niños y adolescentes y de la autonomía educativa”.

Ideología de género en los manuales de convivencia
María del Rosario Guerra, senadora del Centro Democrático, fue una de las congresistas que citó a Gina Parody al debate de control político.

Para ellos, el hecho de que entre las 34 preguntas orientadoras estuvieran las que vienen a continuación, significa la “imposición de una ideología de género”:

  1. ¿Su manual de convivencia establece tratos diferenciales o roles distintos entre niños y niñas? (roles y estereotipos de género).
  2. ¿Hay expresiones que descalifican o condenan la orientación sexual, identidad de género, etnia, credo, discapacidad?
  3. ¿En el manual de convivencia considera como falta disciplinaria las identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas (LGBTI)?
  4. ¿Contienen normas específicas y procedimentales para proteger de actos discriminatorios a personas con discapacidad; afrocolombianas, indígenas e integrantes de alguna etnia; que exploran, expresan o se reconocen con una orientación sexual o identidad de género no normativa; mujeres y minorías religiosas?
  5. ¿Restringe las demostraciones de afecto entre parejas heterosexuales o entre parejas del mismo sexo?
  6. ¿Hace uso de un lenguaje incluyente, no sexista, reconoce las prácticas de convivencia interculturales?
  7. ¿Permite que estudiantes usen el uniforme que les hace sentirse a gusto con su identidad de género?
  8. ¿Establece restricciones para que estudiantes o docentes luzcan como deseen? Ejemplo: prohíbe el uso de maquillaje, cabello largo, tatuajes, piercing, etc.

Aunque el Ministerio de Educación continúa con la revisión de los manuales de convivencia, tal como la Corte lo estableció, el debate suscitado dejó lecciones importantes. Sentiido seleccionó cinco de ellas:

1. La frase “ideología de género” es utilizada para confundir:

Como lo explicó Sentiido, citando un texto publicado en el portal La Silla Vacía, el concepto de “ideología de género” data de los años 90, en tiempos del papa Juan Pablo II. Desde entonces, es utilizado por algunos líderes religiosos para calificar una educación sexual integral, laica, plural, con perspectiva de género, que contemple la orientación sexual y la identidad de género.

Mara Viveros, directora de la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia, afirmó en una reciente nota publicada en El Espectador, que la expresión “ideología de género” es una forma tendenciosa de presentar los estudios feministas y de género.

Quienes lo hacen, señaló, descartan contemplar la feminidad y la masculinidad como normas culturales sujetas a variaciones históricas. “Buscan deslegitimar los conocimientos producidos sobre las relaciones de género y sexualidad y amedrentar a los padres de familia”.

Ideología de género en los manuales de convivencia
El senador Jimmy Chamorro, también líder de una iglesia cristiana, fue otro de los congresistas que citó a la ministra Gina Parody al debate de control político.

“El concepto de ‘ideología de género’ no solamente confunde sino que conduce a la confrontación. Se inventó con el fin de dividir”, Gina Parody.

De hecho, una de las preocupaciones de los senadores que citaron al debate es la frase “no se nace siendo hombre ni mujer sino que se aprende a serlo“, incluida en la cartilla “Ambientes escolares libres de discriminación” como parte del análisis académico del término “género”. “Esto va en contra de quienes quieren orientar a sus hijos en el principio de la complementariedad y del valor de la familia”, afirmó Chamorro.

La ministra Parody respondió que la Corte y las academias serias nunca han utilizado la expresión “ideología de género”. “Solamente se han referido a la identidad de género. Cuando el lenguaje no es claro se presta para la manipulación. De esta manera conceptos como la igualdad y la libertad fueron remplazados por el miedo, la división y la exclusión”.

“La identidad de género la convirtieron en una ‘ideología’. Se aprovecharon del miedo de los padres de familia para promover el odio, el miedo y la confusión”, señaló la ministra.

A esto se sumó que, en medio del escándalo y después de un encuentro con jerarcas de la Iglesia Católica, el presidente Santos desautorizó el uso de la cartilla y aseguró que su gobierno no promueve la “ideología de género”. Solamente el uso de esta expresión, validando su presunta existencia, fue desacertado de su parte.

Las marchas de protesta y los comentarios que se vieron en redes sociales también evidenciaron la fuerza que han tomado los líderes y seguidores más radicales de iglesias evangélicas, católicas y pentecostales. Demostraron estar dispuestos a llegar a donde sea con tal de que la legislación nacional se ajuste a sus creencias religiosas, desconociendo que Colombia es un Estado laico.

2. La educación sexual en Colombia es obligatoria desde 1993:

Durante el gobierno del expresidente César Gaviria se emitió la resolución 3353 de 1993: “Por la cual se establece la obligatoriedad de la educación sexual en todos los establecimientos educativos del país que ofrecen y desarrollan programas de preescolar, básica, media y media vocacional“.

Dicha resolución se elevó a ley a través de la Ley General de Educación (115 de 1994). El artículo 14 ratifica la obligación de la educación sexualimpartida de acuerdo con las necesidades psíquicas, físicas y afectivas de los educandos según su edad“.

En el debate de control político la ministra Gina Parody señaló que, desde entonces, los diferentes gobiernos han tomado las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento.

Así, por ejemplo, en el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, de la mano del Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas (UNFPA), se definió una política nacional de salud sexual y reproductiva.

Ideología de género en los manuales de convivencia
El expresidente y senador Álvaro Uribe durante el debate de control político a la ministra Gina Parody.

“En su gobierno se implementó el programa de educación para la sexualidad y construcción de ciudadanía. Una de las cartillas que incluyó y que se repartió en los colegios se refiere al género y a los roles de masculinidad y feminidad como construcciones sociales que se enseñan a través de los juguetes y los colores, entre otros”, señaló Parody.

Las cartillas, agregó la ministra, también incluyeron definiciones de orientación sexual e identidad de género. Fue un programa de educación para la sexualidad con enfoque de género.

La ministra recordó que María Fernanda Campo, exministra de educación de Juan Manuel Santos, continuó con el programa de educación para la sexualidad y construcción de ciudadanía del gobierno de Uribe. “Con el acompañamiento de UNFPA, UNICEF y PNUD capacitaron a 4.000 docentes del país”.

Por otra parte, cuando la senadora Guerra expresó su confusión sobre conceptos como “identidad de género”, “orientación sexual” y “expresión de género“, también quedó claro que una cartilla como la de “Ambientes escolares libres de discriminación”, sería útil para congresistas.

Y con mayor razón, cuando dijo: “permitir el cambio de sexo en los documentos de identidad (tema que, por cierto, no tiene nada que ver con los manuales de convivencia) es imponer una ‘ideología de género'”. O cuando afirmó que las identidades trans son trastornos mentales susceptibles de corregirse y que la cartilla en cuestión incita a los niños a un “disfrute sin límites”.

3. Ni los colegios -ni los papás- pueden intervenir en la orientación sexual e identidad de género de sus hijos y estudiantes:

En marzo de 2013 el Congreso de la República expidió la Ley 1620, a través de la cual se creó el “Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar“.

Poco después, el Ministerio de Educación expidió la Guía 49 con el objetivo de facilitar el ajuste de los manuales de convivencia y la puesta en marcha de la ruta de promoción, prevención, atención y seguimiento para la convivencia escolar.

El 4 de agosto de 2014, Sergio Urrego se suicidó. Un año después, en agosto de 2015, la Corte Constitucional respondió mediante la sentencia T – 478 a la acción de tutela interpuesta por Alba Reyes, la mamá de Urrego.

Además de ordenar la revisión de los manuales de convivencia de todas las instituciones educativas del país, la Corte estableció que ni las directivas ni los docentes de las instituciones educativas pueden interferir, a través de los manuales de convivencia, en la orientación sexual e identidad de género de sus estudiantes porque estos son aspectos intrínsecos a las personas. En artículos recientes, Sentiido ha explicado que ni los papás ni las mamás tampoco pueden hacerlo.

Ideología de género en los manuales de convivencia
Víctor Saavedra (adelante), viceministro de Educación preescolar, básica y media, también estuvo presente en el debate de control político realizado a la ministra Gina Parody.

4. El Ministerio de Educación debe cumplir con lo estipulado por la Corte Constitucional:

Una vez la Corte expidió la sentencia T- 478 de 2015, el Ministerio de Educación debió empezar a cumplir con lo estipulado en este documento. Para unir esfuerzos y cumplir con todo lo ordenado, en octubre de ese año el Ministerio firmó, como se explicó más arriba, un memorando de entendimiento con tres agencias: UNFPA, UNICEF y PNUD.

En el debate de control político, la senadora Guerra preguntó por qué la cartilla que aportó UNFPA no fue elaborada con el apoyo de padres de familia, docentes y directivas de instituciones educativas.

La respuesta: porque se trata de un documento técnico sobre género y sexualidades, elaborado por expertos en el tema. O ¿acaso los papás piden participar en la elaboración de las cartillas de todas las áreas?

Aunque Colombia Diversa es una ONG que trabaja para garantizar la igualdad de derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBT), los senadores citantes al debate manifestaron su descontento por la participación de esta organización en la revisión de los manuales de convivencia de los colegios.

“Colombia Diversa fue incluida en la elaboración de las preguntas orientadoras porque la Corte ordena que no haya discriminación por orientación sexual e identidad de género”, Gina Parody.

“Si la Corte hubiera solicitado que la revisión estuviera enfocada en evitar el racismo, seguramente habríamos incluido en el convenio a una organización como Chao Racismo. Y si estuviera enfocada en el machismo, habríamos contactado a la Red Nacional de Mujeres”.

5.  El hecho de que Gina Parody sea lesbiana se usó como “factor de riesgo” para los menores:

En varios memes y frases que circularon en redes sociales e incluso en algunas columnas de opinión, algunas personas señalaron que, por ser lesbiana, la ministra de educación Gina Parody quería “imponer” que los niños fueran LGBT.

Para empezar, esto es imposible porque cada quien tiene una orientación sexual e identidad de género independiente de lo que piensen o les digan sus papás, las religiones o las directivas del colegio. Simplemente cada quien es quien es.

Además, si se trata de “imponer” una orientación sexual, la que históricamente ha sido visible, aceptada y mencionada en medios de comunicación, iglesias e instituciones educativas es la heterosexual. Así que en caso de que la orientación sexual y la identidad de género pudieran “imponerse”, todas las personas serían heterosexuales y cisgénero.

“¿Por qué si todos los gobiernos recientes han abordado el tema de la orientación sexual y la identidad de género, fui yo la maltratada? ¿Por el hecho de que a una lesbiana le correspondió cumplir con el fallo de la Corte Constitucional es que cambian identidad de género por ‘ideología de género’? Por ser lesbiana es que surgió todo este escándalo”, concluyó la ministra Gina Parody.

One thought on “Lo que dejó el debate de los manuales de convivencia

  1. En Colombia tenemos mucho trabajo por realizar en cuestión de las nuevas expresiones sexuales y de genero, pero si se enfatiza en la actualización temática y pedagógica a los miembros de las comunidades educativas se dará un gran paso.

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