A pesar de la impunidad, 7 años de un Caribe más afirmativo

El 23 de febrero de 2007, hace nueve años, Rolando Pérez fue asesinado en su casa en Cartagena. Lo atacaron por la espalda con un martillo de construcción. En su cuerpo se identificaron heridas y signos de tortura, indicios de que no lo mataron para robarlo. Quien lo agredió dejó señales del odio que le despertaba que Rolando fuera homosexual.

Poco después de este hecho, el periódico El Tiempo publicó las declaraciones que el entonces comandante de la Policía de Bolívar, Carlos Ramiro Mena Bravo, dio sobre el crimen: “toda la prueba que se ha recopilado y las informaciones que hemos verificado por parte de la Policía Judicial, indican que los móviles fueron pasionales por cuanto este ciudadano llevaba una vida desordenada, era promiscuo y en su condición de homosexual, tenía varias parejas”.

Muchas personas vieron salir a una persona de la casa de Rolando y alrededor de 20 rindieron su testimonio en la Fiscalía. Amigos cercanos a Rolando tenían pruebas que comprometían a una persona relacionada con grupos al margen de la ley que además había sido responsable de otros actos de violencia en Cartagena.

Sin embargo, el caso empezó a pasar de mano en mano. “Un viernes un fiscal dijo que el lunes saldría la orden de captura contra el presunto homicida. Justo ese día hubo cambio de fiscal. Incluso, el caso llegó a estar cerrado”, afirma Wilson Castañeda, director de la Corporación Caribe Afirmativo.

Claudia Ayola, la mejor amiga, y Edgar Plata, quien entonces era pareja de Rolando, empezaron una campaña para que se hiciera justicia. La pelea no era solamente por capturar a un responsable, sino por la manera cómo el Estado había reaccionado a su muerte: primero, con las declaraciones del comandante de la Policía y, segundo, por la negligencia de la Fiscalía. Sentían que las autoridades le habían restado importancia al crimen por tratarse de un hombre homosexual.

En 2008, durante la alcaldía de Judith Pinedo, Claudia Ayola fue nombrada asesora en temas de género. Teniendo en cuenta lo ocurrido con Rolando, Ayola propuso incluir los temas LGBT en su agenda de trabajo.

El problema fue que, al poco tiempo, Ayola renunció a su trabajo en la alcaldía y no quedó una persona a cargo del tema. “No obstante, muchos de quienes ya estábamos trabajando con ella, decidimos continuar organizándonos por nuestra cuenta. Así, en septiembre de 2009, nació Caribe Afirmativo”, recuerda Wilson Castañeda, director de esta organización.

Consolidar Caribe Afirmativo no fue fácil. En el Caribe, agrega Castañeda, lo más importante es el turismo. Las agendas sociales no son fuertes porque no son valoradas y no se destinan recursos para estas iniciativas.

Entre las primeras actividades que Caribe Afirmativo llevó a cabo fue un conversatorio para hablar del caso de Rolando Pérez y una marcha de la diversidad sexual en el lugar donde las mujeres trans fueron apedreadas.

Aunque inicialmente el caso de Rolando fue su principal motivación, rápidamente encontraron que él no era la única víctima. Así que el paso a seguir fue establecer un trabajo en cuatro frentes:

1. Crearon un observatorio de derechos humanos: allí tienen documentadas más de 100 muertes en escenarios o contextos donde el victimario tuvo la intención o mató a una persona por ser LGBT o donde la respuesta del Estado fue restarle importancia al caso por tratarse de una persona LGBT. También registran situaciones de abuso policial y de negación de derechos a personas LGBT. Cada año, el 23 de febrero, fecha de la muerte de Rolando Pérez, Caribe Afirmativo presenta su informe de derechos humanos.

2. Una agenda académica: con incidencia en la sociedad, donde entre otras cosas se aborde lo que significa ser LGBT en un contexto como el Caribe colombiano.

3. Una agenda de incidencia política: con los gobiernos y autoridades de la región.

4. Una agenda de movilización social y acción colectiva: para tener mayor impacto.

Presentes en La Habana

Ahora que Wilson Castañeda fue invitado a participar en la Subcomisión de Género de la mesa de negociación del gobierno colombiano y las FARC-EP en La Habana (Cuba), uno de los retos de Caribe Afirmativo es seguir aportando al proceso de paz.

“Es importante profundizar en las consecuencias del conflicto armado en las personas LGBT y en la violencia sexual que allí ha tenido lugar. De esta manera se avanzará en un proceso de memoria, verdad, justicia y reparación”, dice Castañeda.

Otro de los temas a abordar es el postconflicto porque implica pensar el país de otra manera. “Un proceso de esta naturaleza debe incluir los temas LGBT porque no ganamos nada con un país que perdona a sus victimarios, cuando esto no viene acompañado de un respeto por la diversidad sexual y las identidades de género”, asegura Castañeda.

Según el director de Caribe Afirmativo, debe trabajarse de la mano con el Estado en la eliminación de la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género por parte de los actores involucrados en el conflicto armado. “No solamente se requiere que renuncien a las armas sino a la discriminación”.

Otro de los retos de esta organización es continuar indagando cómo se afecta el derecho al trabajo en las personas LGBT. “Hay empresarios que se sienten tranquilos porque no insultan a los LGBT, pero tampoco les dan empleo. Adicionalmente, la ley de acoso laboral debe incluir la persecución por orientación sexual e identidad de género”, asegura Castañeda.

También continuarán con los programas de participación en política de las personas LGBT. Para Castañeda, la igualdad de derechos está muy ligada con incidencia política en el Congreso, en las alcaldías y en todos los espacios de representatividad propios de una sociedad democrática.

La gestión de Caribe Afirmativo es de región, pero esto no significa que no estén presenten en otros espacios distintos a los departamentos del Caribe. “Cuando hablamos de región, nos referimos a mirar a Colombia desde la periferia, no desde el centro. Y no se trata de tenerle odio al centro sino de enfocarnos en donde hay más violencia hacia las personas LGBT”.

Por último, Caribe Afirmativo también busca estrechar lazos con organizaciones de grupos étnicos y raciales y con otros países del Caribe. Saben que el camino es largo y que aún hay mucho por hacer.

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