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Lina María Palacio, candidata a la Cámara de Representantes por Antioquia.

Amenazas contra candidata LGBT al Congreso de Colombia

Una candidata a la Cámara de Representantes, afrodescendiente y abiertamente lesbiana, es víctima de amenazas por parte de grupos armados al margen de la ley.

Lina María es candidata a la Cámara de Representantes por Antioquia, por el partido Polo Democrático Alternativo. Afrodescendiente y abiertamente lesbiana, fue declarada objetivo militar, según explica, por grupos paramilitares.

Todo empezó en 2012 cuando Lina María se reunía con algunas amigas en su casa. De repente, uno de los líderes de estos grupos armados al margen de la ley empezó a mandarle saludos y chocolates. “Yo me sentaba en un andén con mi pareja y ahí mismo llegaba él con cerveza, diciéndome ‘muñeca hermosa’”.

Una supuesta amiga de Lina María le dijo a él que no insistiera más porque ella era lesbiana. “A él le dio mucha rabia y por eso fui víctima de abusos, violencias de lesa humanidad e insultos como ‘lesbiana asquerosa’ y ‘pervertida’”.

Lina María habló con los integrantes de la junta de acción comunal de su zona para que la acompañaran a instaurar una demanda. Sin embargo, cuando sus agresores se dieron cuenta que había ido a la Fiscalía, fue encerrada durante horas para nuevamente ser víctima de abusos y violencias, mientras la señalaban de “sapa”.

En la Personería también quedó registrado que intentaron asesinarla pero el arma falló y que por esto, una vez más, había sido sometida a golpes.

De la Policía Metropolitana enviaron una carta a la Unidad de Protección. “Sin embargo, hasta el momento la única protección que he recibido es que la Policía pase ocasionalmente por enfrente de mi casa, pero sin timbrar o hablar conmigo para evitar que corra más riesgos”.

En noviembre de 2013, cuando llevaba un mes y medio sin recibir amenazas y se sentía tranquila para salir a la calle, decidió aceptar la propuesta de ser candidata a la Cámara de Representantes.

Antes de vincularse a la política, era frecuente que desde una moto alguien le gritara: “saludes del patrón, no se le pierda”. Pero desde noviembre de 2013, las amenazas regresaron con más ímpetu, diciéndole que se había vuelto guerrillera por estar en el Polo Democrático, que no querían verla en “maricaditas” y que ahora era su objetivo militar.

Lina María asegura que sus agresores la persiguen y la mantienen vigilada las 24 horas del día. “A donde voy, allá aparecen. Me he ido a diferentes zonas y donde esté, siempre llegan”.

Aunque este tipo de situaciones no suelen resolverse en cuestión de días, es urgente que este y otros casos similares se pongan en conocimiento de autoridades, organizaciones e instituciones nacionales e internacionales. Y aún más, cuando se trata de grupos armados al margen de la ley buscados por las autoridades desde tiempo atrás. Por lo pronto, es prioritario lograr que se aumente la seguridad de Lina María para poder garantizarle sus derechos y libertades.

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