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Comercial dia de las madres

Colombia, una madre tradicional

El mes de las madres y las campañas a la Presidencia muestran a Colombia en discursos y comerciales, como una madre que necesita de un marido que la proteja y la gobierne.
lo que significa mayo, el mes de la madre
Escena de la cuña del día de las madres, auspiciado por el Ministerio de Defensa de Colombia.

La nuestra es una sociedad que trata de ocultarse o camuflarse honrando la maternidad. Mayo, el mes de las madres, dio varios ejemplos de la manera como se utiliza el sentimiento de gratitud hacia las progenitoras para vender, hacer política, descalificar y promover ciertas ideologías que, de rebote, no aportan a la garantía de derechos para todas las personas; por el contrario, tratan de privilegiar el modelo tradicional de familia, de pareja, de maternidad y paternidad…

La cuña

Tengo la sospecha de que tras esa imagen de madre, se esconde una imagen de nación; es decir que publicistas y políticos nos quieren convencer de que Colombia es esa mamá a quien le celebramos su día en mayo y que existe un padre ideal que cuidará de mami con sus críos.

Y mi sospecha está motivada por esta cuña del Ministerio de Defensa en donde se apela a un supuesto mensaje de la mamá de un guerrillero. ¿Quién es esta mamá que usa a tan alto ministerio para traer a su hijo a casa?

¿Por qué se hace sólo para un supuesto guerrillero, de sexo masculino y no para otros actores igual de violentos?

Al lado de esto, en las campañas para la presidencia, no faltaron las referencias maternales, cuidadoras, protectoras, nutricias. El cruce de acusaciones entre los protagonistas del melodrama electoral no borró las referencias a las progenitoras; aunque sí se cuidaron de no mentarle la madre en público a nadie.

Las perlas electorales

Zuluaga, el candidato puntero en la primera vuelta, no dejó de repetir en cada entrevista que en sus cinco caminos para más oportunidades busca: “amparar a la familia como núcleo de la sociedad”. Es obvio que la familia a la cual se refiere es una tradicional y paternalista como lo es toda su propuesta de gobierno. El amparo de la familia, la protección a esa mamá gallina que es Colombia por parte de este gallo de pelea, es su mayor propuesta.

Ramírez, la candidata conservadora se autopromocionaba como “una madre que sueña que su hija y los hijos de los colombianos tengan un país en paz”; que defiende la familia, y es una “mujer con pantalones que va a poner en orden la casa”. Es claro que su noción de maternidad y de familia es reaccionaria; en varias entrevistas se ha mostrado en contra de la adopción por parte de parejas del mismo sexo…

Clara López, también se refirió a la necesidad de fortalecer la familia y recuperar sus valores, y escribió una carta a su mamá que fue publicada en el diario El Tiempo: “Madre dame tu bendición para construir una Colombia del tamaño de mis sueños”.

Santos, el presidente candidato no se quedó atrás: “Ojalá que la paz sea el regalo que pueda darte y que podamos dar pronto a las madres de Colombia”, se leyó en la carta a la señora de Santos; además, en sus palabras siempre han estado las gracias a Dios.

Enrique Peñalosa, el colero, parece apartarse de esta fuerte referencia a la familia tradicional. En sus propuestas se hablaba siempre de padres y madres y fue una campaña que se manifestó a favor de reconocer la diversidad de familias por orientación sexual e identidad de género.

Era de esperarse que las elecciones estuvieran influenciadas por la celebración de las madres. Pero lo más curioso es la evidente identificación entre nación y familia; entre madre y sociedad. Esa sociedad madre necesita un marido fuerte que la proteja. Por eso nuestro puntero promete a las madres en su discurso que será el presidente de la educación.

Las madres

Una “nación-máter” cuida de sus pollitos. En ella, las mujeres están llamadas a cumplir con el rol reproductivo y por esto, cualquier disidencia es vista con sospecha. Si seguimos reforzando este modelo, es muy posible que cada vez nos alejemos más como sociedad del ideal de ampliar el acceso a derechos para todas y todos.

Los candidatos conservadores hablan de la familia, el procurador habla de la familia, el centro democrático (que así se llama la ultraderecha por estas tierras) habla de la familia. Y es justo de una familia con macho, hembra y crías. Si la nación es la familia, entonces nos seguirán excluyendo a quienes no tenemos ese tipo de organización en nuestras casas. Estas pollitas raras no cabemos bajo las alas de la gallinita.

No sólo era el comercial del Ministerio de Defensa, sino los miles de comerciales y productos que nos bombardean en cada mes de mayo en donde la imagen de mujer se asocia a hijos e hijas y a papá. Si la madre-nación no acepta otro tipo de organización, seguiremos lejos de una verdadera paz, por más esfuerzos de los papacitos que dialogan en La Habana.

Esta madre cruel, seguirá enviando sus hijos al campo de batalla y esperando que regresen los vencedores o los vencidos a sus brazos. Es curioso que no haya una campaña para que la oportunidad de irse a la guerra no sea la primera y más atractiva opción para los y las jóvenes.

Si tuvieran otras oportunidades, se irían menos para la guerra. Pero esta madre ciega y sorda que es Colombia muestra el camino y luego juzga a quien lo toma.

Colera

Un importante antecedente del día de las madres es la acción de la poetisa estadounidense Julia Ward Howe, quien en 1872 dedicó este día a la paz con estas bellas y contundentes palabras:

¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’ La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.

“Proclama del día de las madres”

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