¿Cómo salir del clóset? o ¿cómo abordar un tema en el que todavía hay tantos prejuicios? La primera recomendación es saber que tener una orientación sexual distinta a la heterosexual no es sinónimo de “confesión” de algo malo.
¿Cuándo y cómo contarles a amigos y familiares que no se es heterosexual?, es una pregunta que suelen formularse quienes se identifican como lesbianas, gais y bisexuales.
Sin embargo, por las implicaciones que en algunos sectores todavía tiene no ser heterosexual, muchas veces pasan meses sin que la persona tome la decisión de abordar el tema. “Mejor espero a cuando esté en vacaciones” o a “cuando el ambiente esté más relajado”, se dicen, y así la decisión se aplaza una y otra vez.
Lo cierto es que algunas veces se llega al último mes del año sin que esto se lleve a cabo. Y una vez más la idea de contarles a la familia y amigos parte de quien se es, vuelve a estar entre los propósitos del 31 de diciembre.
El tema no es fácil y la principal razón de esto es el miedo a ser juzgado o rechazado. La pregunta entonces es: ¿cómo salir del clóset? ¿Cómo abordar un tema en el que todavía hay tantos prejuicios?
Lo primero es saber que tener una orientación sexual distinta a la heterosexual o una identidad de género diferente a la esperada por la sociedad, no es sinónimo de “confesión social”. No es indispensable reunir a la familia y amigos para emitir un “comunicado oficial” sobre un asunto de la vida privada.
Según Gloria Careaga, docente de la facultad de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Cosecretaria General de la Asociación Internacional para Gays y Lesbianas (ILGA), una opción es empezar a mostrarse, poco a poco, como es sin necesidad de “dar declaraciones” sobre el tema.
Siempre lo supe
“Además, muchas veces, sin que nadie se lo haya dicho, la gente suele darse cuenta de que su hijo o amigo no es heterosexual“, agrega Careaga. Ahora, si la persona quiere expresarlo y se siente mejor hablando abiertamente del tema, es aconsejable que reflexione sobre por qué quiere hacerlo, qué busca con esto y si está preparada para las posibles reacciones.
Para Pilar Cuéllar, psicóloga y sexóloga del Centro de Psicología, Sexología y Género Amara de Sevilla (España), no es preciso contárselo a todo el mundo pero tampoco callar si es algo que se tiene claro.
En esto coinciden Carolina Herrera y Simón Torres, psicólogos clínicos de Liberarte Asesoría Psicológica, quienes aseguran que lo importante es que no sea una decisión producto de la presión social o de creer que esto es lo que se debe hacer, sino una determinación personal.
Dar cuenta de algo privado no puede ser producto de la presión de los demás.
“Hacer una revelación sobre la orientación sexual es responsabilidad de cada quien. Esto no obliga a tener en cuenta el discurso de algunos activistas que empuja a hacerlo y que señala que quienes están en el clóset son deshonestos”, decía José Toro-Alfonso, quien fue Ph.D en psicología clínica, docente e investigador del departamento de psicología de la Universidad de Puerto Rico y presidente de la Sociedad Interamericana de Psicología.
Es importante considerar las condiciones y el contexto en que se vive, si se mueve en un ambiente seguro para hacerlo y evaluar las posibles reacciones de quienes se les va a compartir la información. Antes de dar el paso, la persona debe saber que su conversación puede generar respuestas basadas en prejuicios o falsas creencias.
También vale la pena reflexionar sobre las dinámicas y normas familiares, analizar los riesgos que existen y cuál sería la modalidad más conveniente de abordar el tema.
Evaluar el riesgo
“Es clave explorar previamente la red de apoyo con la que se cuenta entre familiares y amigos y la respuesta que tienen frente a la diversidad sexual. Aunque hay espacios donde el riesgo es mínimo, hay otros donde una revelación de estas representa un riesgo grande”, señalaba Toro-Alfonso.
Si la persona vive en un ambiente conservador y rígido, generalmente es más difícil de aceptar. Y si económicamente depende de una familia con estas características puede, incluso, perder su apoyo. Por tanto, es importante tener claro con quiénes cuenta y de qué recursos económicos dispone. “Confiar en que a mi amigo le fue bien no es tan conveniente”, agregan Herrera y Torres.
La siguiente tarea es identificar alguien cercano al que, inicialmente, pueda expresarle lo que sienta: esa persona que crea tendrá una respuesta amable para después seguir, si así quiere, con el resto de familiares y amigos.
Lo mejor de todo es que las investigaciones reflejan que, contrario a lo que se cree, la mayoría de personas recibe esta información de manera positiva. “Generalmente se valida la orientación sexual, se crean lazos más profundos de amistad y se generan más redes de apoyo. Y, lo más importante, se contribuye al bienestar y a la salud mental de quien hace la revelación”, señalaba Toro-Alfonso.
Recomendaciones a seguir:
- Evite salir del clóset en una fecha especial, por ejemplo en Navidad, porque por la emoción del momento, podría tener un impacto no deseado o distinto al que tendría otro día.
- Busque un momento tranquilo y privado para abordar el tema.
- No comparta esta información durante una pelea, como resultado del calor del momento.
- Evite abordar el tema cuando la familia esté pasando por un momento difícil como un duelo.
- Exprese sus sentimientos tal cual los experimenta, de esta manera será más fácil que los demás se pongan en sus zapatos.
- Infórmese muy bien acerca de lo que es tener una orientación sexual distinta a la heterosexual o una identidad de género distinta a la esperada por la sociedad para que al momento de hablar del tema lo haga de la manera más precisa posible y pueda aclarar las dudas que surjan.
Nota: este artículo fue publicado originalmente en enero de 2013 pero actualizado el 9 de octubre de 2016.
Por experiencia propia creo que si bien hay que planear como dar la noticia y entender el entorno familiar, el salir del closet es un asunto al que no se le deben dar muchas vueltas: mientras más se aplace, mas cabida se la da a los miedos y a las dudas.
Dos cosas que quisiera compartir también:
1. En realidad cuando uno siente el amor de su familia, sin importar el pasado, es casi seguro que la salida del closet será satisfactoria y nada dramática.
2. Salir del closet es anunciar cambios, mas no imponerlos. Hay que darle tiempo a los seres queridos para asimilar. Mantenerse siempre abierto a cualquier inquietud que tenga un miembro de su familia sobre la homosexualidad, sin mantener pudor alguno, ayuda a que el proceso de aceptación sea más sencisllo.
3. Nunca asumir: Hay situaciones donde algun familiar recurrió a algun chiste o comentario discriminatorio en el pasado y eso hace que uno se forme ideas erroneas. Sucede que ese alguien se termina tragando el chiste en la mayoría de los casos.
Hola todos, creo que el asunto de la visibilización de sexualidades no normativas va más allá de salir del closet. Quiero compartir una historia que dice más o menos así y que la escuche en un programa mexicano que se llama “La Dichosa Palabra”: La esposa le hace una pregunta a su esposo, -mi amor si yo hubiese sido hombre, me hubieses querido igual. A lo que el esposo responde. -La mirada de forma dudosa y dice: -no te hubiese querido igual. Y ella interpela: -O sea que me quieres porque soy mujer. Esta historia refleja que el asunto de la visibilidad tiene que ver con el reconocimiento de lo humano, de otros cuerpos en lo ontológico. Saludos a todos.
Sali del croset en la carcel. Abandone el nazismo ahora estoy muy feliz.