Mayo y junio son meses de alegría y celebración. En muchos colegios y universidades es hora de salir a vacaciones, niños y jóvenes se relajan y, en vacaciones o no, todos sacamos tiempo para celebrar con nuestras madres y padres.
Gran almuerzo familiar, desayuno en la cama, tarjetas que se guardan durante años, presentaciones, cartas, etc. Todos buscamos la mejor forma de demostrar a quienes nos han criado, apoyado y amado incondicionalmente cuánto significa su presencia, qué tan importante es su cariño y compañía.
Como es de esperarse, cuanto establecimiento comercial existe en el país (y en el mundo) se da a la tarea de ayudarnos a demostrar nuestro afecto. Mayo y junio desatan una ola de publicidad quizás sólo comparable con la de diciembre. Todos quieren convencernos de por qué tal reloj o tal ramo de flores son la prueba irrefutable de nuestro amor y agradecimiento perpetuos.
No sorprende entonces que durante estas fechas abunden los estereotipos. Circulan por doquier ideas acartonadas de lo que significa ser mamá y ser papá, así como de lo que—se supone— mamás y papás añoran.
Electrodomésticos, maquillaje, joyas, flores y “un día sin tener que cocinar” para las señoras; relojes, ropa y accesorios deportivos, colonia, zapatos y pañuelos para los señores.
Pero existe otro estereotipo del que quizás somos menos concientes: la idea de la familia heterosexual es el modelo que impera. La gran mayoría de anuncios asumen que todo el mundo tiene una madre y un padre.
Esta presuposición invisibiliza la gran diversidad de familias existente y promueve a la familia biparental heterosexual como ideal, reforzando implícitamente la idea que las demás son desviaciones del modelo.
Madres o padres solteros, abuelas que crían a sus nietos con sus hijas o hijos, familias con dos mamás o dos papás, parejas de diferentes razas, o familias que incluyan personas con discapacidades (bien sean los hijos o alguno de los padres), son sistemáticamente invisibilizadas del imaginario social.
Pero hay quienes están haciendo un esfuerzo. J.C Penny –uno de los más grandes almacenes de cadena de Los Estados Unidos— estrenó una polémica campaña para celebrar el día de la madre y el día del padre.
Entre muchas imágenes de madres y padres felices con su progenie, el gigante estadounidense incluyó familias diversas.
La imagen de la famosa comediante y actriz Ellen Degeneres con su esposa e hija impactó en el día de la madre, y en estos días en los que se acerca la celebración de los padres volvieron a sorprender con la imagen de una pareja de hombres gay de Texas jugando con sus dos hijos.
Esto puede parecer un acto sencillo pero su importancia es enorme. Socializar imágenes que nos permitan ver a las personas LBGT, con discapacidad, de todas las razas, etc. En su cotidianidad y en relación a lo que nos une en vez de enfatizar lo que nos separa es clave para promover la aceptación y la igualdad.
La actitud abierta de J.C. Penny (y su éxito comercial) debe ser un llamado a todos los creadores. Producir y distribuir masivamente imágenes que incluyan las distintas posibilidades de ser sin estereotipos ni prejuicios, y la invitación a celebrar y a estar agradecidos por todos los que nos dan amor y apoyo es definitivamente una gran manera de homenajear a quienes más amamos.
