Aunque durante años se ha hablado de la categoría “sexo” como un binario entre macho y hembra, según los genitales, la realidad es que así como el género es un espectro, el sexo también lo es.
Algunas de las personas que se oponen a la existencia de las personas trans, suelen argumentar que el sexo es biológico y que solo existen dos categorías: “macho” y “hembra”, evidentes en los genitales, lo que lleva a asignar una de estas dos categorías desde antes de nacer. (Ver: Orgullosamente trans).
Sin embargo, la neurocientífica Gina Rippon plantea en su libro “El género y nuestros cerebros” que así como el género se considera un espectro que va más allá de “hombre” y “mujer” para incluir, entre otras, a las personas no binarias (o que no se identifican ni como hombre ni como mujer), el sexo también es un espectro que va más allá del binario “hombre” y “mujer” o “macho” y “hembra” como hasta ahora se ha entendido. (Ver: “Me liberé del género”).
Según Rippon, el sexo que se asigna al nacer es más complejo de lo que parece. “No es nada raro que haya individuos con cromosomas mezclados (algunas células XY y otras XX). Todo apunta a que las manifestaciones del sexo biológico son un espectro más que una división binaria. Para la muestra, las personas que nacen con genitales ambiguos o que desarrollan características sexuales secundarias que no concuerdan con el sexo asignado. Al ver el sexo como un espectro no se asumiría los llamados ‘trastornos del desarrollo sexual’ ni la intersexualidad como la excepción a la regla sino como una posibilidad más”.
Este video lo explica con más detenimiento:
Enlaces relacionados
“Me liberé del género”
Ni hombre ni mujer: persona no binaria
Andy Panziera: no ser un hombre ni una mujer
Eliana, una colombiana atrapada en Hong Kong
Continúa la pesadilla de Eliana en Hong Kong
El género existe y no es una ideología