Nuestro sitio usa cookies de terceros para permitirnos elaborar estadísticas sobre las visitas y gestionar el envío de nuestras newsletter. Más información aquí.
ACEPTAR
Binarismo de género

Género, estereotipos y chistes malos

La medida del “pico y género” establecida en plena pandemia, desató una oleada de memes que evidenció lo arraigados que están en Colombia los estereotipos de género. Esta es una de las conclusiones del informe de Sentiido: “Cuando no sólo es un chiste malo. Humor y vigilancia del género en el ‘pico y género’ en Bogotá”.

En abril de 2020, el primer año de la pandemia por Covid 19, la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de Claudia López, emitió el Decreto 106, conocido como “pico y género”, para disminuir el contagio de este virus en espacios públicos. (Ver: Prejuicios y estereotipos, los problemas detrás del “pico y género”).

Este decreto que estuvo en vigencia en la ciudad entre el 8 de abril y el 11 de mayo señalaba que para comprar alimentos y hacer vueltas bancarias y de notaría, los días impares podían salir exclusivamente las personas de “sexo masculino” y los días pares, las de “sexo femenino”. (Ver: Lo que dejó el “pico y género” sobre las personas trans y no binarias).

También estipulaba que las personas trans podían circular los días que se ajustaran a su identidad de género. Las de género fluido, no binarias o que no se identifican ni como hombre ni como mujer, podían escoger un único día, par o impar, para salir a hacer estas vueltas. Aunque la medida fue decretada inicialmente en Bogotá, luego fue replicada en otras ciudades. (Ver: Ni Hombre ni mujer: persona no binaria).

Pico y género
Pico y género

Esta determinación permitió ver a través de memes, la idea tan rígida y binaria que tienen muchas personas en Colombia acerca del género, empezando por quienes establecieron la medida, así como lo arraigados que están los estereotipos que modelan la vida de mucha gente en el país. (Ver: “Desde que las niñas son rosadas y los niños azules, estamos jodidos”).

Aunque el “pico y género” incluía a las personas trans y no binarias, partía de la base: o se es hombre o se es mujer y la expresión de esos dos géneros debe corresponder con unos parámetros fijos: los hombres son fuertes, usan pantalón, llevan el pelo corto y las mujeres son delicadas, usan aretes, llevan el pelo largo, se maquillan y saben hacer el mercado. (Ver: Juguetes sin barreras de azul ni rosado).

Esta es una de las conclusiones del informe de Sentiido: “Cuando no sólo es un chiste malo. Humor y vigilancia del género en el ‘pico y género’ en Bogotá”. En la práctica, aunque las personas trans y no binarias podían salir el día con el cual se identifican, tuvieron que enfrentar todo tipo de atropellos por parte de quienes estaban encargados de vigilar el cumplimiento de la medida y que en últimas se convirtieron en los “supervisores del género”: policías, vigilantes de establecimientos públicos y la propia ciudadanía.

Al darle a la policía, servicios de seguridad y miembros de la fuerza pública la capacidad de “decidir” quién es hombre y quién mujer, esta medida terminó validando actos violentos y discriminatorios contra mujeres, personas trans y no binarias.

No deja de ser irónico que haya sido la alcaldesa Claudia López, primera mujer y abiertamente lesbiana, elegida para ese cargo, quien haya adoptado esa medida.

Y fue ella justamente una de las primeras en caer en las manos de los fabricantes de memes quienes no desaprovecharon para burlarse de su expresión de género, que no se ajusta a los estereotipos de la feminidad. Según algunos memes, López podría salir cualquier día porque aunque se identifica como mujer, podría “pasar” por hombre. (Ver: Hay muchas formas de ser mujer).

Ridiculización

Para la realización del informe, Sentiido recogió 317 imágenes originales y 308 repetidas (encontradas a través de búsqueda manual y automatizada) y para el análisis se asignaron marcadores de forma, contenido y tipo de mecanismo de humor empleado.

En síntesis, concluimos que los memes reflejan una concepción de un mudo dividido entre dos géneros, hombres y mujeres, cuyas identidades, expresiones de género, comportamientos, relaciones y deseos están determinadas por el sexo que se les asigna al nacer y por las expectativas culturales atadas a este hecho.

El apego a estas premisas se expresó durante el periodo estudiado a través de un humor a veces simplista (como cuando se “disfraza” de mujer a un determinado personaje masculino, como el presidente electo Gustavo Petro) y a veces violento, como en el caso del meme que usa los iconos tradicionalmente utilizados para señalizar los baños femeninos y masculinos, tachando la opción no binaria y acompañando la imagen con el comentario: “lo demás, no existe”. (Ver: Baños mixtos: una apuesta por la inclusión).

Algunas imágenes, como en el caso citado de Gustavo Petro, utilizaron el crossdressing como una manera no solo de intentar ridiculizar a la persona sino de enfatizar en una idea más profunda y es que una persona nacida con determinados genitales no puede asumir un género diferente al asociado con esos genitales. Lo máximo a lo que podría aspirar sería a “disfrazarse”.

Pico y género

Esta producción de imágenes de crossdressing refuerza dos conceptos dañinos para las personas trans y no binarias: por un lado, el imperio de la asignación biológica en el género y las vivencias de la sexualidad y por otro la idea de que el género es una cuestión de apariencia, ropa y maquillaje. (Ver: Jess: soy yo sin pedir permiso ni dar explicaciones).

Ambas creencias niegan las experiencias de vida de las personas trans y no binarias porque minimizan el significado de la identidad de género y lo convierten en un aspecto que se puede “elegir” según los caprichos de cada persona, pero que lo real y válido son los genitales: quien nace con pene es hombre y quien nace con vulva, mujer. (Ver: Los pasos de gigante de la avanzada conservadora).

Un meme analizado sirve de ejemplo para esto: en este se lee “en Bogotá los transgénero para salir, un día se sienten mujer y al otro día se sentirán hombres”.

La idea de que la diversidad sexual y de género y los valores progresistas son una amenaza contra el orden establecido también se evidenciaron en los memes del “pico y género”.

Mujeres cuidadoras, hombres infantilizados

Otras ideas que salieron a la luz a través de memes fueron: la homosexualidad es considerada inferior a la heterosexualidad, los roles femeninos están profundamente ligados a la maternidad y a la vanidad y los masculinos a la productividad y al deporte.

También, que la diversidad sexual es una forma de degeneración, un atentado contar el orden social, una moda que enloda los valores convencionales y el rol tradicional de las mujeres como madres y cuidadoras.

En cuanto a los roles de género, el recurso más utilizado fue el de las representaciones estereotipadas de los géneros femenino y masculino. En ese sentido el humor apelaba a la supuesta incapacidad de los hombres para hacer el mercado correctamente: “lunes, miércoles y viernes salen los hombres a comprar; martes, jueves y sábados, salen las mujeres a devolver lo que los hombres compraron mal”, dice uno de los muchos memes sobre este tema.

Un meme muestra una foto de la alcaldesa Claudia López besándose con su esposa, la congresista Angélica Lozano, y dice: “este es el verdadero virus mundial”.

Otros memes ridiculizan la lucha por los derechos de las personas trans y no binarias, como uno que muestra los íconos masculino y femenino usados para señalizar baños públicos, reconstruidos en múltiples opciones con el subtítulo: “¿Hombre, mujer? No seas anticuado, ahora puedes elegir entre 31 identidades sexuales”.

Finalmente, llama la atención que fueron muy pocos los memes relacionados con posturas progresistas a favor de los derechos de las personas trans o no binarias. Estos productos eran en su mayoría informativos y no recurrían al humor, un indicador importante de que estos recursos están dominados por las posturas conservadoras.

Enlaces relacionados

Lo que dejó el “pico y género” sobre las personas trans y no binarias
Existencia y resistencia no binaria: consejos para aliados
Alanis Bello: no quiero ser un hombre ni una mujer
Brigitte Baptiste, una navegante del género
El género existe y no es una ideología
El género desde una perspectiva trans
Nada más frágil que la masculinidad
Hay muchas formas de ser mujer
No soy un hombre ni una mujer, ¿entonces qué soy?
Lo dramático del activismo trans
Ser un muppet: ni hombre ni mujer
10 dudas básicas sobre la cultura queer
Queer para dummies
Cis.. ¿qué?
Travesti, transexual, trans… Algunas definiciones útiles
La sanación emocional

Deja un comentario

¿Qué piensas sobre este artículo?

Newsletter Sentiido