La fundación chilena País Para Todos presentó seis guías que tienen como objetivo promover ambientes laborales incluyentes con la diversidad sexual y de géneros. El material es útil en toda Latinoamérica.
Están en su puesto de trabajo de 8 de la mañana a 5 de la tarde. Cumplen con las obligaciones que su cargo les exige y con las metas propuestas por sus jefes.
Sin embargo, durante esas ocho horas diarias de trabajo, acostumbran limitarse a lo estrictamente laboral, evitan trabajar en equipo o socializar con sus compañeros de trabajo dentro o fuera de este espacio.
Sienten miedo de que llegue el momento de ahondar en lo personal o de explicar por qué nunca hablan de su vida sentimental.
En ocasiones, las personas que temen salir del clóset en sus lugares de trabajo, prefieren decirles a sus colegas que “el amor no es para ellas” o que “no hay nada como la libertad de no tener pareja”.
No obstante, muchas veces detrás de estas frases está el temor de reconocer abiertamente que son homosexuales o bisexuales. No quieren correr el riesgo de ser señaladas o estigmatizadas en el espacio en el que más horas pasan al día.
Por otra parte, algunas personas han crecido en ambientes donde les han hecho creer que no ser heterosexual es motivo de vergüenza y que, por tanto, es algo que debe ocultarse.
Actualmente muchas organizaciones se enfocan en la prevención y el manejo del bullying escolar por motivos de orientación sexual e identidad de género, así como en promover una verdadera educación sexual que incluya las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género.
Sin embargo, no son tantas las especializadas en incentivar espacios de inclusión en el ámbito laboral. Por este motivo, en 2014 nació en Chile la fundación País Para Todos. Tiene como objetivo promover ambientes laborales incluyentes con la diversidad sexual y de géneros.
En muchos espacios, este es un tema que aún genera resistencia y es causa de acoso, de que las personas no sean ascendidas o de que sean víctimas de despidos arbitrarios o de comentarios de pasillo.
Según Jaime Parada, director de País Para Todos, los empleados que se sienten presionados para ocultar su orientación sexual o identidad de género, son personas más insatisfechas y con mayor dificultad para trabajar en equipo. Además, reflejan sentirse incómodas en sus puestos de trabajo y tienen mayor tendencia al estrés.
Empleados más felices
“Y todo esto repercute en menor productividad y creatividad. Todas las personas se desempeñan mejor cuando pueden ser ellas mismas”, afirma Parada.
Cuando las empresas tienen políticas de diversidad, manejan menores índices de rotación laboral, mejoran su clima organizacional y tienen empleados más felices.
El pasado 10 de marzo, País Para Todos presentó seis guías técnicas dedicadas a la gestión de la diversidad en el trabajo. Son para empleadores, empleados y aliados heterosexuales y sobre prevención y políticas antiacoso, monitoreo de datos, creación de redes de trabajadores LGBT y mecanismos de capacitación.
“Este es un tema que va más allá de los empleadores y del personal LGBT”, señala Parada. Para la muestra, cada mes de junio la firma IBM celebra el mes del orgullo, reconociendo el talento de las personas LGBT de la organización y su aporte en la compañía.
Adicionalmente se realiza una campaña de comunicación a todos los empleados de la organización en la que se les invita a sumarse al compromiso por la igualdad.
En las políticas laborales de Walmart Chile, se especifica abiertamente que no se permite discriminación alguna por motivos de raza, sexo, edad, estado civil, opinión política, género, orientación sexual, religión, discapacidad, grupo étnico, nacionalidad o cualquier otra condición protegida por la ley.
Asimismo, Sodexo Chile tiene una política de diversidad e inclusión, en la que se declara que integrar a las minorías constituye una responsabilidad de la empresa frente a la sociedad y sus colaboradores. Poder ser LGBT en el trabajo, agrega Parada, significa tener la posibilidad de llevar con dignidad lo que cada uno es.
Según explica, esto que parece tan simple, requiere compromiso y decisión de los empleadores para permitir que las personas LGBT se sientan libres de poner sobre el escritorio la foto familiar, ir con la pareja a la fiesta de fin de año, disfrutar con los hijos la celebración de navidad y ser beneficiarias de las mismas garantías y prestaciones que el resto de los empleados.
Esto último implica que los empleadores se informen por ejemplo de asuntos como las implicaciones que tiene el acuerdo de unión civil recientemente aprobado en Chile y que comienza a regir en septiembre de 2015.
Más creatividad
Según Parada, la experiencia en Europa y Estados Unidos demuestra que las organizaciones que respetan y valoran la identidad de sus trabajadores gais, lesbianas, bisexuales y trans, tienen equipos laborales más comprometidos, encuentran soluciones más creativas a sus desafíos y se conectan con públicos más diversos.
El material de las seis guías presentadas fue facilitado por Stonewall, organización LGBT del Reino Unido. El equipo de País Para Todos se encargó de traducirlo y de adaptarlo a la realidad latinoamericana, con apartes específicos de la legislación chilena.
En la guías incluyeron a las personas trans (el material original no las tenía), quienes muchas veces ni siquiera tienen la posibilidad de conseguir un trabajo o deben ocultar elementos de su identidad de género, como su forma de vestir o de arreglarse.
En este material, País Para Todos les recomienda a las organizaciones las siguientes prácticas:
1. Construir una cultura laboral de respeto: valorar por igual a todas las personas teniendo en cuenta sus diferencias.
2. Aplicar procesos justos de selección y contratación de personal: contratar y retener al mejor personal posible dentro de un amplio campo de posibilidades.
3. No permitir, mediante políticas institucionales claras, el acoso laboral: este se evidencia cuando se ignora o excluye a un empleado por ser LGBT, se abusa psicológica o físicamente de esta persona, se revela públicamente y sin su consentimiento su orientación sexual o identidad de género y se hacen chistes o comentarios ofensivos sobre estas personas.
4. Revisar los términos y condiciones de los contratos laborales: en muchas ocasiones las personas LGBT ni sus parejas reciben los mismos beneficios que tienen los empelados heterosexuales y sus parejas.
5. Ser justos en la gestión de desempeño: la gestión adecuada de las personas, con apertura y respeto, está cada vez más relacionada con un mejor desempeño en los negocios.
6. Establecer redes temáticas de trabajadores: se trata de promover y articular grupos o redes de personas con discapacidad, mujeres, afro o LGBT, que permitan elevar ciertas demandas a los líderes de las organizaciones. Esta estrategia también visibiliza que las organizaciones son diversas.
7. Cumplir con el mandato legal de no discriminar: tener en cuenta que entre los empleados de la organización, así como entre los consumidores de sus productos o servicios, hay personas LGBT.
8. Hacer monitoreos y evaluaciones periódicas: para revisar si la política de diversidad de la organización está siendo implementada de manera efectiva.
Según Jaime Parada, la verdadera transformación cultural de un país viene de lograr que la agenda de la igualdad esté presente en los diferentes espacios de la vida, entre ellos el ámbito laboral.
En Chile, la palabra discriminación se empezó a usar cuando se estaba discutiendo la Ley 20.609 que establece medidas contra la discriminación. “Hoy mucha gente es capaz de identificar cuándo está siendo discriminada porque ha podido incorporar ese vocablo en su vida”, asegura Parada.
Las guías presentadas por País Para Todos prefieren hablar de compañías incluyentes y de transformaciones positivas antes que de castigos o sanciones para las organizaciones que no cumplan con la premisa de la inclusión.
Sin embargo, incluyen las herramientas legales a las que las personas pueden acudir en caso de sentirse discriminadas en sus espacios laborales.