Libros diferentes para lectores raros

GatoMalo es una editorial diferente. Hace libros para todas las edades y su interés primordial es contar una historia sencilla y a la vez llena de sentiido.

La experiencia visual de cada libro es única, porque permite que los lectores ayuden a construir el mundo en el que viven los personajes, mientras que invitan a descubrir su autenticidad y rareza.

El cuento Los Direfentes (2012) escrito e ilustrado por la diseñadora gráfica colombiana Paula Bossio, cuenta la historia de una niña que un día empieza a notar cómo son de extrañas las personas que la rodean: en el parque hay un hombre que es paseado por su perro, en el paradero hay un señor que tiene como cuerpo su cabeza y del salón de belleza sale una mujer con una pecera como sombrero.

Es una narración que invita a reflexionar sobre cómo nos vemos a nosotros mismos y sobre los límites de lo normal y lo raro. Las ilustraciones, sin duda las protagonistas del cuento, hacen que leer sea una experiencia llena de colores, formas, texturas e imaginación sin límites. No es un cuento solo para niños. Es más, son los niños quienes deben regalarles este libro a los adultos.

La editorial GatoMalo ha recibido reconocimientos y menciones de honor del Ministerio de Cultura de Colombia, del Banco del Libro de Venezuela, del concurso A la Orilla del Viento del Fondo de Cultura Económica, entre otros.

Sentiido habló con Enrique Lara, el creador de la editorial GatoMalo, y esto fue lo que compartió:

¿En qué año nació GatoMalo y quiénes lo conforman?

GatoMalo inició labores oficialmente en 2005, pero surgió en mi corazón y en mi cabeza a finales de los noventa, cuando aún estaba estudiando en la universidad y me asustó la baja calidad y diversidad de libros propios en nuestro medio. Había variedad pero toda foránea, entonces empecé a armar el proyecto de la editorial.

Estúpido y Me gustan las vacas son dos de los libros que se proyectaron en ese momento, luego fueron surgiendo los demás. Originalmente empecé con cuatro colegas y socios, pero al poco tiempo de empezar ellos mismos fueron alejándose del proyecto, puesto que no es algo que traiga beneficios económicos a corto plazo y en cambio, exige mucha dedicación y tiempo.

Desde finales de 2005 yo he estado a la cabeza de la editorial, con la colaboración espontánea de algunas personas y durante los tres últimos años con el trabajo de tres estupendos profesionales: Dipacho, Paula Bossio y Roberto Sánchez Cajicá.

¿Qué ideas e inquietudes motivaron la creación de GatoMalo?

La necesidad de un fondo editorial independiente de los criterios comerciales y prejuicios; la necesidad de una editorial amplia de mente, que apostara a proyectos de alta calidad y donde la diversidad de opiniones encontrara un espacio.

También la falta que le hacía a los autores nacionales un espacio donde mostrar su talento y que su trabajo sea tratado con respeto. Tratar a los lectores –no solamente niños– como pares en el complejo universo de los libros ilustrados.

Finalmente, que cada uno de los libros tuviera un espíritu y vida propia. Poder apostarle a un producto de alta calidad hecho en Colombia por colombianos.

¿Por qué elegir el nombre Gato Malo para una editorial dirigida a un público infantil y juvenil? ¿Por qué es malo el gato?

El gato no es malo, pero un GatoMalo tiene más carisma, riqueza y picante que un simple gato bueno. Nuestro gato está gruñendo, a fin de cuentas los gatos gruñen y bufan un poco pero en el fondo hasta los tigres tienen un minino ronroneador en su interior. Es un nombre tan interesante para grandes y chicos que se queda de inmediato en la memoria.

Entonces, ¿son las publicaciones para niños también publicaciones para los padres?

Los padres suelen ser un filtro en la lectura: si tienes prejuicios, mirarás las cosas con prejuicios.

Por esta razón, es posible que pierdas de vista muchas cosas buenas como consecuencia de no verlas con una mirada más amplia de cómo te criaron o de cómo tú mismo te fuiste llenando de temores, prevenciones y otros prejuicios más.

Si esto sucede, indudablemente a las manos de tus hijos van a llegar libros con un sesgo innecesario. Es obvio que debe haber una supervisión pero es más un acompañamiento, una guía neutral y amorosa que facilite la comprensión y disfrute de los libros y de las ilustraciones.

Muy a menudo, a los padres se les olvida que también fueron niños; pero cuando se sientan junto a sus hijos con un libro entre las manos y se dejan sorprender por lo que quiere decir el libro (no sólo la historia, las ilustraciones, el diseño…), por un momento regresan a su infancia y gozan con el libro, aprenden con él, disfrutan y encuentran algo más que no sabían o que tal vez habían olvidado.

En la página web de GatoMalo, puede verse la lista de librerías donde se consiguen sus publicaciones.