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Padre James Martin

Liderazgos de la Iglesia católica buscan la inclusión de las personas LGBTIQ

El sacerdote jesuita James Martin, a la cabeza de un ministerio de la Iglesia católica dedicado a acoger a las personas católicas LGBTIQ, habló con Sentiido sobre los avances y desafíos al respecto.

Hace un par de años era impensable que existiera dentro de la Iglesia católica un ministerio dedicado, abiertamente, a acoger a las personas LGBTIQ que profesaran esta fe. (Ver: Padre James Martin: Jesús sería el primero en acoger a las personas LGBTIQ).

Si bien, siempre han existido en esta Iglesia esfuerzos aislados por no discriminar a practicantes católicos LGBTIQ, hasta hace poco no había un lugar que centralizara y visibilizara de manera amplia y con el beneplácito del Papa, recursos valiosos e información útil para las personas católicas LGBTIQ, sus familias y sus parroquias. (Ver: “Cuando acepté que ser homosexual no era enfermedad ni pecado, mi vida cambió”).

Actualmente esto no sólo es una realidad sino que ese ministerio, bautizado como “Outreach”, (palabra que puede traducirse como “alcance” pero que también significa proyección o divulgación) ofrece apoyo, conocimiento, asesoría y sobre todo acogida a las personas LGBTIQ que durante mucho tiempo han sido rechazadas y juzgadas por vastos sectores de la Iglesia católica. (Ver: ¿Qué dice la Biblia realmente sobre la homosexualidad?)

El fundador de esta iniciativa es el padre jesuita James Martin, editor general de America Media, consultor del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano y miembro del Sínodo de los Obispos, además de una persona que ha dedicado su vida a tender puentes para que aquellas personas que han sido marginalizadas -LGBTIQ, migrantes y otras- sean por fin acogidas dentro de esta Iglesia. (Ver: El activista espiritual).

James Martin
El sacerdote jesuita James Martin está a la cabeza de un ministerio de la Iglesia católica dedicado a acoger a las personas católicas LGBTIQ.

En algunas entrevistas y documentos el padre James Martin señala que todavía en eventos católicos como el Sínodo, se escuchan palabras como  “repugnante”, “repulsivo”, “antinatural” y “enfermizo” cuando se habla del tema LGBTIQ.

James Martin
La misión del sacerdote jesuita James Martin de “crear puentes”, cuenta con el respaldo del Papa Francisco.

Como lo dice el padre Martin en su carta de bienvenida en la plataforma online de Outreach: “esta iniciativa está arraigada en el amor de Jesús, quien se acercó a todos aquellos excluidos. Se inspira en los santos, beatos y hombres y mujeres santos que, en cada época, cuidaban de los que eran olvidados y está fundamentada en el llamado de la Iglesia católica a tratar a las personas LGBTIQ con respeto, compasión y sensibilidad”. (Ver: Hay muchas voces religiosas que no son “antiderechos”).

Por segunda vez, Sentiido tiene la oportunidad de conversar con el padre Martin acerca de los progresos y desafíos que actualmente viven las personas LGBTIQ católicas en esta Iglesia. Si bien todavía hay mucho por hacer, han tenido lugar cambios importantes que han impactado la vida de muchas personas creyentes y sus familias.

Tras un fin de año ocupado por la realización de la segunda conferencia de Outreach y la participación en el Sínodo de la Sinodalidad junto con el Papa Francisco y otras cerca de 400 personas, el padre Martin respondió las preguntas de Sentiido, ofreciendo su mirada optimista y paciente frente a los cambios culturales que se han empezado a dar en la Iglesia católica pero que tomarán tiempo en consolidarse.

El padre James Martin ha relatado en algunas entrevistas que en el Sínodo se escuchaban ideas como: 1. “Lo LGBTIQ es una ideología”. 2. “Es una forma de neocolonialismo”. 3. “Es una causa occidental”. 4. “Apoyar a las personas LGBTIQ significa abrazar enseñanzas que se oponen la Iglesia católica”.

Vale la pena aclarar la importancia del Sínodo, un proceso de diálogo entre obispos, sacerdotes, personas religiosas y laicas junto con el Papa Francisco que desde 2021 tiene lugar mediante conversaciones localizadas en parroquias y que se fue extendiendo a nivel global hasta llegar a ser una reunión mundial en 2024 con el fin de “difundir el Evangelio de manera más efectiva, especialmente con las personas que viven en las periferias”, según palabras del Vaticano.

Sentiido: La última vez que usted habló con Sentiido fue en agosto de 2018. Acababa de lanzar su libro “Tender un puente: cómo la Iglesia Católica y la comunidad LGBTIQ pueden entablar una relación de respeto y compasión”. ¿Qué ha cambiado, desde entonces, en la Iglesia católica con respecto a las personas LGBTIQ?

Padre James Martin: ¡Muchas cosas! Quizás el evento más notable fue la publicación de “Fiducia Supplicans”, el documento del Vaticano que les permite a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo bajo ciertas circunstancias. 

Hubo mucha oposición a esta nueva enseñanza de la Iglesia, especialmente en África subsahariana y Europa del Este, pero aún así, fue un gran paso en el acercamiento de la Iglesia católica a las personas LGBTIQ. Además, el Sínodo de los Obispos incluyó debates, tanto en las mesas redondas como en las sesiones plenarias, sobre las experiencias LGBTIQ.

También hemos visto que entre más personas católicas LGBTIQ “salen del clóset”, el tema se pone más en sus familias, lo cual influye en las parroquias, las diócesis y los obispos. Y por último, iniciamos un ministerio jesuita llamado “Outreach”, que forma parte de la iniciativa America Media.

S: En aquella conversación usted mencionaba que para construir un puente entre las personas LGBTIQ y la Iglesia católica, esta última debía escuchar lo que esta población tiene por decir: lo que ha vivido y cómo ha sido tratada. ¿Esto ha pasado?

P.J.M.: Sí. Como decía: cuanto más abierta es la gente sobre ser LGBTIQ, más puede la Iglesia escuchar a las personas. Hace 20 años todavía había mucha vergüenza en torno a ser y decir ser LGBTIQ. Y las personas católicas tendían a ocultarlo más. (Ver: “Venimos a dejar el mundo mejor de como lo encontramos”).

Por supuesto, en muchos países la situación no ha cambiado, e incluso en algunos lugares las relaciones del mismo sexo o la defensa de los derechos LGBTIQ pueden llevar a la cárcel o a la muerte. (Ver: Qué hacer con Uganda y Rusia).

Pero, en general, las personas son más abiertas hoy, lo que significa que hablan más de sus experiencias y son más escuchadas. La situación varía según el lugar, y en algunos sitios los líderes de la Iglesia católica todavía son reacios a darles la bienvenida a las personas LGBTIQ. 

Sin embargo, la tendencia general es hacia mayor apertura y escucha. Si miras el sitio web de Outreach, encontrarás muchos artículos de líderes laicos, sacerdotes, obispos e incluso cardenales compartiendo sus experiencias escuchando a esta población.

S: ¿Qué evaluación hace del Sínodo en cuanto a los temas LGBTIQ? ¿Hubo más apertura en este encuentro?

P.J.M.: Si bien el documento final del Sínodo puede parecer que menciona poco a las personas LGBTIQ, están incluidas, lo cual es un avance.

El párrafo 50 dice: “Otros continuaron expresando el dolor de sentirse excluidos o juzgados debido a su estado civil, identidad o sexualidad“. Que todo el Sínodo que votó cada párrafo haya aprobado ese lenguaje, es un avance.

Esto no habría ocurrido hace diez años. Reconocer que las personas LGBTIQ se sienten excluidas de la Iglesia puede no parecer un gran avance en algunos países, pero en otros lo es enormemente. 

Además, en las sesiones de escucha iniciales, a nivel parroquial y diocesano, las preocupaciones de las personas católicas LGBTIQ se mencionaron en la mitad de los informes de las conferencias episcopales de todo el mundo. Este proceso de escucha está dando frutos, aunque puede tardar en madurar.

En el Sínodo, un arzobispo dijo: “La razón por la que la gente en mi país es homosexual es porque los estadounidenses les pagan para que lo sean”.

S: Usted mencionó que le sorprendió positivamente que las conversaciones sobre las personas católicas LGBTIQ fueran mucho más amistosas en el Sínodo de 2024 de lo que fueron en 2023. ¿Cómo interpreta este cambio?

P.J.M.: Las conversaciones de 2023 sobre el tema, que podían ser explosivas y emocionales a veces, fueron una especie de “salida del clóset”.

Probablemente fue la primera vez que, en un entorno universal de la Iglesia católica, se mencionaron y debatieron temas LGBTIQ. Como ocurre en una familia, esta “salida del clóset” inicial puede generar reacciones intensas. 

En 2024, mi impresión fue que el tema era mucho menos polémico. Además, como el Papa decidió que ciertos temas específicos no serían centrales (para enfocarnos más en la sinodalidad), las personas estaban más relajadas. Esto hizo que las conversaciones fueran más fluidas.

Algunos delegados al Sínodo de 2024 dijeron que las personas LGBTQ o no existen o simplemente se suscriben a una ideología que las hace LGBTIQ.

S: ¿Qué avances concretos se han logrado en este asunto? ¿Ve que estas discusiones se traducen en cambios reales para las personas católicas LGBTIQ?

P.J.M.: Uno de los cambios más concretos ha sido la publicación de “Fiducia Supplicans”, que permite a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo bajo ciertas circunstancias.

Antes de este documento de 2023, esto era imposible. Además, en muchos lugares hay menos resistencia al ministerio con personas católicas LGBTIQ.

S: Este año, el Papa nombró por primera vez a dos mujeres como integrantes del Consejo Ordinario del Sínodo. ¿Cómo se recibió esta decisión y esto cómo podría impactar otras áreas donde la Iglesia católica necesita más apertura?

P.J.M.: El nombramiento de mujeres en este nivel de liderazgo muestra que las puertas pueden abrirse. Estas mujeres ayudarán a determinar los temas de futuros sínodos. Esto refuerza los esfuerzos del Papa Francisco por incluir a las mujeres en posiciones clave en el Vaticano. (Ver: El sí pero no de la Iglesia Católica frente a los homosexuales).

S: ¿Qué otros cambios en la Iglesia católica podrían tener un impacto positivo en temas LGBTIQ?

P.J.M.: Curiosamente, la discusión sobre matrimonios polígamos ayudó a algunos delegados del Sínodo a entender ciertos temas LGBTIQ. Por ejemplo, un cardenal mencionó que debemos tratar con “cercanía, escucha activa y apoyo sin juicios” a las personas en matrimonios polígamos, cuyas vidas no están en completa conformidad con las enseñanzas de la Iglesia. Esto les dio una idea de cómo avanzar en el tema LGBTIQ. (Ver: Mujer trans, pastora evangélica y mamá).

S: Aunque el Papa Francisco ha hecho comentarios esperanzadores sobre las personas LGBTIQ, también ha hecho declaraciones como la de no favorecer que hombres homosexuales ingresen en los seminarios. ¿Cuál es su impresión general del compromiso del Papa con este tema?

P.J.M.: El Santo Padre conoce a muchos sacerdotes y seminaristas homosexuales. Después de que se difundieran ampliamente sus comentarios, parecía que quería aclararlos.

Esto es lo que, al respecto, me permitió compartir en redes sociales: “El Santo Padre dijo que conoce a muchos seminaristas y sacerdotes buenos, santos y célibes con tendencias homosexuales“. Para mí, esto es claro. (Ver: Andrés Gioeni, el primer exsacerdote católico casado con otro hombre).

S: ¿Cómo han evolucionado su trabajo y su ministerio en los últimos años?

P.J.M.: En 2018, cuando hablamos por primera vez, mi libro “Tender un puente…”  acababa de publicarse. Desde entonces, el ministerio se ha profundizado y he tenido la bendición de reunirme con el Papa varias veces, quien me ha pedido que continúe con este ministerio. (Ver: “Los gais no van a volver al clóset”).

El mayor cambio ha sido el inicio de Outreach, un ministerio de la Compañía de Jesús y parte de America Media, actualmente dirigido por Michael O’Loughlin. En nuestro website Outreach.faith hay muchísima información y recursos. También he entendido que, debido a que la Iglesia es tan universal y variada, cualquier cambio toma tiempo.

S: En alguna ocasión uno de sus superiores le dijo: “Si vas a construir un puente, las personas de ambos lados van a caminar sobre ti” ¿Cómo ha sido esta misión para usted a nivel personal y profesional?

P.J.M.: ¡Es cierto! Recibo críticas tanto de la “derecha” (“¡Estás yendo demasiado lejos!”) como de la “izquierda” (“¡No estás yendo lo suficientemente lejos!”). Incluso, aunque no estoy desafiando ninguna enseñanza de la Iglesia católica, he tenido alguna oposición. 

Todavía hay mucha homofobia e ignorancia en la Iglesia católica. Sin embargo, ya no me afecta tanto. A nadie le gusta ser criticado, pero ahora lo veo como parte del ministerio. Después de todo, Jesús prometió que si nos poníamos del lado de los marginados, enfrentaríamos oposición. Así que, ¿por qué sorprendernos? (Ver: Ernesto Barros Cardoso: la historia de un pastor transgresor).

S: Recientemente tuvo lugar la conferencia Outreach e imagino que sirvió como un termómetro de lo que está ocurriendo en el ministerio LGBTIQ. ¿Es la Iglesia católica ahora un lugar más seguro para las personas LGBTIQ católicas?

P.J.M.: En general, la Iglesia católica es más segura hoy que en 2018, pero también ha habido pasos hacia atrás, especialmente en lo que respecta a las personas trans, quienes ahora parecen ser vistas como “el enemigo” en muchos lugares. Y, por supuesto, todavía hay países donde ser LGBTIQ puede llevarte a la cárcel o incluso a la ejecución.

Tristemente, en muchos de esos lugares, la Iglesia católica refleja algunas de estas actitudes homofóbicas. En cuanto a América Latina, sé poco más allá de algunos informes, pero parece que puede ser un lugar difícil para las personas LGBTIQ. (Ver: “Soy Carlos y Alejandra, una sola persona”).

Tenemos que recordar que estamos en una Iglesia universal, donde el progreso puede ser lento. Lo que parece tibio y poco significativo en un país puede ser candente e incendiario en otro.

Esto no significa que dejemos de trabajar por avanzar, pero debemos recordar que el cambio ocurre según el tiempo de Dios, no el nuestro. (Ver: “Soy un gay a imagen y semejanza de Dios”).

S: ¿Qué le hace más feliz del trabajo en el ministerio de Outreach?

P.J.M.: Cuando las personas que se han sentido ignoradas, excluidas o insultadas por su propia Iglesia, me dicen que nuestro ministerio les ha ayudado a saber que la Iglesia católica es su hogar. ¡Y lo es!

One thought on “Liderazgos de la Iglesia católica buscan la inclusión de las personas LGBTIQ

  1. Excelente articulo con una entrevista muy sincera clara. Esperanzador mensaje. Duraran muchos años pero siempre se continua.

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