A ninguna mujer feminista se le ocurriría decir hoy que las mujeres negras, lesbianas o con discapacidad no deberían formar parte del feminismo porque tienen experiencias “distintas”. Entonces, ¿por qué las TERF afirman esto de las mujeres trans?
Por Lily Sweeting*
Según cifras de organizaciones de derechos humanos, entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 hubo al menos 222 personas trans asesinadas en América Latina. Al menos 28 de estos asesinatos ocurrieron en Colombia.
De ahí que, en la región, la expectativa de vida de las personas trans sea de tan solo 35 años, la más baja de cualquier grupo poblacional. (Ver: La fuerza de Lola Dejavu).
Esta realidad es con frecuencia ignorada por las feministas TERF. Y cuando es reconocida, muchas de ellas dicen no sentir ningún odio hacia las personas trans, que comprenden sus dificultades y que no aprueban ningún tipo de violencia hacia ellas. (Ver: ¿Qué significa ser una TERF?).
Lo que dicen es que la violencia y la discriminación que sufren las personas trans es un tipo de lucha diferente que no debe mezclarse con la violencia y la discriminación que sufren las mujeres cisgénero o que no son trans. (Ver: El feminismo busca incluir, no excluir).
En América Latina la expectativa de vida de las personas trans es de 35 años, la más baja de cualquier grupo poblacional.
¿Se le ocurriría hoy a una mujer feminista decir que las mujeres negras, lesbianas o con discapacidad no deben formar parte del feminismo porque tienen experiencias “distintas” o “únicas”?
Pero ¿se le ocurriría a alguien decir hoy en día que las mujeres negras o las mujeres lesbianas o las mujeres con discapacidad no deben formar parte del feminismo porque tienen necesidades y experiencias “distintas” o “únicas”? (Ver: Ser lesbiana y afro en Colombia).
¿Podría argumentarse que el feminismo debe ser “solidario” con las luchas de las mujeres racializadas o lesbianas, pero que ellas deben tener “movimientos aparte”? (Ver: “Yo era rara por principio”).
Esto sería inaceptable. Así, el hecho de que digan esto de las mujeres trans, niega su identidad de género, reforzando la falsa idea de que las mujeres trans no son mujeres y que son en realidad “hombres vestidos de mujer”, la cual ha tenido, y sigue teniendo, devastadoras consecuencias para las mujeres trans.
Estos argumentos no son “opiniones inofensivas”, son los mismos que se están utilizando para despojar a las personas trans de sus derechos y ponerlas en mayor riesgo de violencia. Por ejemplo, este prejuicio se ha utilizado para promulgar innumerables leyes que perjudican a las personas trans. (Ver: Los pasos de gigante de la avanzada conservadora).
En Estados Unidos, sólo en 2023, se han aprobado más de 85 leyes que niegan a las personas trans la atención de afirmación de género, que les impiden utilizar el baño que corresponde con su identidad de género, que les prohíben participar en deportes de equipo y que les impiden a los profesores utilizar los nombres y pronombres identitarios de sus alumnos, entre otras. (Ver: Baños mixtos: una apuesta por la inclusión).
Además, en España, muchos miembros del Partido Feminista se unieron a Vox —un partido de ultraderecha, racista, sexista y homo/transfóbico— para intentar bloquear la Ley Trans que finalmente se aprobó en febrero de 2023.
Este hecho supuso un logro histórico para los derechos LGBTIQ en dicho país. Sin embargo, la alianza entre miembros del Partido Feminista y parlamentarios de extrema derecha demuestra los peligros del TERFismo no sólo para las personas trans, sino para todas las mujeres. (Ver: Feminismo: de dónde viene y para dónde va).
Esto es así porque como partido ultraconservador, las posturas de Vox en temas como los derechos sexuales y reproductivos, los derechos LGBTIQ, la migración y otros, suponen un peligro real para la población española.
Al alinearse con Vox en sus intentos de bloquear la Ley Trans, las integrantes del Partido Feminista están actuando directamente en contra de sus propios intereses y los de todas las mujeres.
Las posiciones de Vox sobre los derechos de las mujeres contrastan con muchas de las supuestas posiciones del Partido Feminista, demostrando que las TERF del partido están dispuestas a abandonar sus ideas y a sacrificar sus propios derechos y protecciones en un esfuerzo por impedir que las personas trans accedan a los derechos humanos básicos en España.
La Ley Integral Trans
En contraste con las leyes discriminatorias que se han promulgado, también ha habido varias propuestas en todo el mundo que pretenden avanzar en los derechos de las personas trans y garantizar su protección dentro de la sociedad.
En Colombia, por ejemplo, la Ley Integral Trans se estará debatiendo en el Congreso este 2023. Aunque el país ha avanzado mucho en los últimos años respecto a los derechos de las personas trans y de las personas LGBTIQ, en general, la población trans de Colombia sigue enfrentando profundos niveles de violencia y de discriminación, así como obstáculos para acceder a servicios básicos como atención sanitaria y educación. (Ver: La libreta militar, una barrera para los hombres trans).
La Ley Integral Trans busca reconocer y corregir las desigualdades que enfrentan las personas trans a través de cuatro propuestas principales:
1. Garantizar el derecho de las personas a cambiar su documentación legal para reflejar su identidad de género sin necesidad de procedimientos médicos o legales. (Ver: El detrás de cámaras del decreto del cambio de sexo en Colombia).
2. Garantizar el derecho a la atención sanitaria, incluyendo la atención de afirmación de género.
3. Incluir y promover la diversidad de género en los programas educativos y garantizar la ausencia de discriminación en los entornos educativos. (Ver: Así vivió la pandemia la juventud LGBTIQ de Colombia).
4. Garantizar los derechos laborales y la no discriminación en el lugar de trabajo. (Ver: Decálogo de las empresas incluyentes).
La propuesta de ley se hizo entre más de 100 grupos y organizaciones trans e incluyó un estudio en el que participaron 1355 personas trans y no binarias que representan al 81% de los territorios colombianos. (Ver: Ni hombre ni mujer: Persona no binaria).
De aprobarse esta ley, supondría un paso importante para garantizar los derechos y la seguridad de las personas trans en Colombia, y para crear una sociedad más igualitaria para todas las personas. (Ver: Mónica Fonseca: si nos sumamos a las causas LGBTIQ, el mundo será mejor).
La propuesta de la Ley Integral Trans en Colombia se hizo entre más de 100 grupos y organizaciones trans e incluyó un estudio en el que participaron 1355 personas trans y no binarias.
Las TERF no representan el feminismo
Es importante reconocer que las TERF no constituyen la mayoría del feminismo. Más bien, son una minoría pequeña pero ruidosa, con unos puntos de vista impopulares y perjudiciales. (Ver: Feminismo: lo que se dice vs. Lo que es).
A diferencia de las TERF, la mayoría de las feministas reconocen que las mujeres trans son mujeres, que no suponen una amenaza para las mujeres y niñas cisgénero, que no están “borrando” a nadie y que, sobre todo, merecen acceder a los mismos derechos y protecciones que cualquier otro ser humano. (Ver: Un feminismo sin mujeres trans, no es feminismo).
También es importante destacar que las mujeres trans son y siempre han sido una parte importante del feminismo. A pesar de lo que digan las TERF, el feminismo no sería posible sin las personas trans y no binarias y sin su apoyo al movimiento a través de los transfeminismos. (Ver: Transfeminismos latinoamericanos: sororidad, resistencia y cambio social).
Muchos movimientos feministas han adoptado el enfoque interseccional y reconocen que la igualdad sólo para unas personas no es igualdad.
El feminismo lucha por la igualdad para todas las personas, independiente de su género, y afirma que el género no debe servir como barrera a los derechos humanos, y no puede usarse como motivo de discriminación o exclusión de ningún sector de la sociedad, lo cual incluye, por supuesto, a las personas trans y no binarias.
Aunque no hay dos personas dentro de un grupo que compartan exactamente la misma experiencia, el feminismo interseccional entiende que esta diversidad sólo sirve para fortalecer el movimiento, en lugar de dividirlo, y que la inclusión, en lugar de la exclusión, es la única manera de lograr la igualdad. (Ver: ¿Qué es la interseccionalidad?).
Por tanto, es más importante que nunca que todas las personas adoptemos un enfoque interseccional del feminismo, que sigamos defendiendo los derechos trans y de las personas no binarias e intersexuales dentro del feminismo, y que sigamos luchando por un movimiento incluyente que celebre y se nutra de toda la diversidad.
*Estudiante de periodismo en American University, Washington D.C, practicante en Sentiido.
Discriminar más a un grupo ya marginado dentro de un movimiento no hace más que reforzar las estructuras de poder que las TERF afirman estar desmantelando.
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