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Sacar los recuerdos del armario

Elefantes en el cuarto, novela gráfica de Sindy Elefante, cuenta la autobiografía de la autora y de cómo se enfrentó al reconocimiento de su identidad sexual y de su búsqueda profesional.

Llega el final del año y hay en la casa muchas cosas que no se usaron, y de las que, tal vez, ni siquiera nos acordamos que teníamos. Ha llegado la hora de regalarlas.

Este también es el momento al que Sindy Elefante (Sindy Infante Saavedra, 1987) recurrió en su primera novela gráfica Elefantes en el cuarto (Cohete Comics), para contar una etapa importante de su vida: el descubrimiento de su orientación sexual y de su pasión por el dibujo.

Cada persona se enfrenta en algún momento de su adolescencia o de su juventud a grandes preguntas: ¿Qué quiero para mi vida? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Quién soy? ¿Quién quiero ser? Con el tiempo, muchas de estas dudas se ven materializadas en objetos que quedan rondando en los espacios más propios.

El género del cómic autobiográfico surgió en la segunda mitad del siglo XX, como una reivindicación ante las críticas y al lugar en que había sido puesto el cómic por los críticos en el mundo de la ilustración.

Maus de Art Spiegelman, Persépolis de Marjane Satrapi y Virus Tropical de Powerpaola son algunas autobiografías en cómic.

Muchas de estas obras que se han convertido en referentes de culto, plantean reflexiones sobre la exploración de la propia historia como representación de la historia de otros.

En Maus o en Persepolis no solo leemos la vida de los protagonistas y su relación con su contexto, sino también la posibilidad de entender que, a pesar de las particularidades de cada experiencia, en ella se ve representada también la historia de muchas otras personas, incluida la de algunos lectores.

Este es el caso de Elefantes en el cuarto, en la que si bien el universo no recurre a elementos históricos del contexto del país, sí enmarca la narración entre aspectos fácilmente reconocibles de la sociedad actual colombiana.

En este entorno encontramos a Sindy, una mujer joven que se encuentra con recuerdos guardados en cajones y armarios de su habitación, que le permiten ilustrar sus relaciones familiares, sus amistades, su forma de mostrarse y su pasión por los deportes.

Una de las dimensiones más interesantes de la historia es cómo Sindy Elefante cuestiona los principios de la feminidad y de la masculinidad, y cómo se autorrepresenta como una mujer libre respecto a su forma de vestir y de construir su expresión de género. (Ver: A mí sí se me nota).

Así mismo, por medio de la ironía, el cuestionamiento a las tradiciones religiosas y familiares, el desvelamiento de secretos y la confrontación de los miedos, Sindy Elefante también reconstruye en cuatro capítulos dos procesos que a muchas personas no les han sido ajenos.

Por un lado, el descubrimiento de su identidad sexual, con el cual entiende muchos de sus sentimientos por personas que conoció en su infancia y adolescencia; por el otro, la elección de su carrera profesional que, en últimas, le permitió crear la historia que leemos en este libro.

Sindy Elefante también recurre a los silencios para darles prioridad a las ilustraciones. No todo está expresado por diálogos o monólogos, y muchas de las mejores secuencias están representadas en objetos y situaciones que destacan detalles y evocan la importancia de la memoria en la narración autobiográfica.

Elefantes en el cuarto es una obra muy recomendada para quienes quieran introducirse en el mundo de la novela gráfica. Es una lectura amena, con humor, que suscita cuestionamientos sobre los propios recuerdos.

Sindy elefante novela gráfica Colombia
Cortesía: Laguna Libros.

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