Un locutor de una emisora que pertenece a RCN Radio usó esta expresión para discriminarme en Twitter. Aunque muchas personas hicimos un llamado por redes sociales para que la empresa se pronunciara, aún no hay respuesta.
El día de la marcha del orgullo LGBTI en Bogotá escribí un trino en el que contaba que hace unos años mi papá, a su modo, me dijo que no le importada tener un hijo gay, pero que le preocupaba que me hicieran daño. Según él, la gente era muy mala. En el mismo trino puse la respuesta que yo le di en ese entonces: “Tengo el amor y el apoyo de mi mamá y el tuyo. Eso me hace invencible. El resto del mundo no me importa“. (Ver: “Dios y la vida me premiaron con un hijo gay”).
Al día siguiente, luego de salir a las calles a luchar por nuestros derechos, recibí una violenta respuesta: “Semejante marica! Lo que le faltó fue correa”, escribió un señor. Al revisar su perfil me di cuenta de que era locutor de Radio Uno, una emisora que pertenece a RCN Radio. Su nombre es Junior Pardo y tiene más de 28 mil seguidores en Twitter. (Ver: ¿Cómo responder a los insultos en redes contra las personas LGBTI?).
“Aunque muchas personas me ayudaron a compartir el trino y puse el reclamo en la página web de RCN Radio, nunca obtuve una respuesta”.
Debo aceptar que sentí mucha rabia y tristeza al leer semejantes palabras. Le tomé un pantallazo al trino y escribí otro con copia a las cuentas de RCN Radio y Radio Uno preguntándoles si compartían la violencia y homofobia de su locutor.
Aunque él mismo aclara en su biografía que su cuenta es personal y que sus comentarios no comprometen a RCN Radio, no me cabe en la cabeza que una persona que trabaja para un medio de comunicación y que tiene la posibilidad y el privilegio de llegar a millones de personas, recurra a la violencia y a la homofobia como respuesta a un trino que contaba una experiencia familiar sobre la importancia que tiene para las personas LGBTI recibir el amor y apoyo de sus familias. (Ver: Lo que le falta al periodismo para ser más “LGBT friendly”).
Gente conocida y tuiteros que no conozco denunciaron el trino y me apoyaron. Infortunadamente, también recibí toda clase de ataques homófobos. Desde personas que insistían en que dejara el show hasta algunos bastante agresivos, como el de un señor que escribió lo siguiente: “Estoy de acuerdo con el locutor, esta es una loca ofendida porque le dijeron la verdad”. (Ver: ¿Cómo decirle adiós a la homofobia?).
Las respuestas se extendieron, aproximadamente, por una semana. Me parecía increíble tener que defenderme cuando yo había sido el discriminado. Pero eso es lo que hay, así que traté de responder, con mucha paciencia e inteligencia, a cuanta persona no entendía por qué denunciaba públicamente al locutor. Y aquí voy otra vez. Aunque han pasado varios días desde que todo esto pasó, no quiero dejar el asunto a un lado como si nada hubiese sucedido.
Me tomé muy en serio el trino y las posteriores respuestas a él porque hay muchas personas que, en silencio, sufren cuando alguien les llama maricas para discriminarlas. Porque hay niñas y niños que debido a la LGBTfobia que muchas veces va acompañada de la palabra “marica”, han decidido acabar con sus vidas. Porque hay muchas personas LGBTI a las que han tratado de “cambiar” usando diferentes tipos de violencia física, como la que sugirió el locutor. (Ver: Bullying escolar LGBT: más fuerte y dañino).
Ahora bien, personalmente no creo que la palabra “marica” sea ofensiva per se. De hecho tal vez ninguna palabra lo es. Pero hay algunas a las que les hemos dado algunos significado y usos que buscan discriminar y violentar al otro. Hagan el siguiente ejercicio: lean en voz alta el trino que escribió el locutor. ¿Cómo les suena? Creo que la respuesta es más que obvia.
“No es baladí usar la palabra ‘marica’ para ofender y discriminar. Tampoco lo es decir que alguien es homosexual porque le faltó correa”.
A muchas personas les expliqué que una cosa es que quienes tenemos orientaciones sexuales e identidades de género diversas nos apropiemos de palabras que usualmente se han usado para discriminarnos y las dotemos de significados positivos y otra, muy diferente, que se use para ejercer violencia en contra de nosotros.
Es decir, yo puedo referirme a mí mismo como un hombre marica cisgénero porque tomé la determinación de hacerlo. Me apropié de esa palabra porque decidí que no iba a dejar que se usara para herirme, como muchas veces sucedió cuando era niño y adolescente. (Ver: Queer para dummies).
La desaparecida activista argentina trans Lohana Berkins lo explica mejor en Travestis: una identidad política. “En la década de 1990, cuando las travestis comenzamos a alzar nuestra voz en público y a organizarnos, decidimos que de las primeras cuestiones en las que teníamos que concentrar nuestros esfuerzos era en resignificar el término ‘travesti’ […]. El término ‘travesti’ ha sido y sigue siendo utilizado como sinónimo de sidosa, ladrona, escandalosa, infectada, marginal. Nosotras decidimos darle nuevos sentidos a la palabra travesti y vincularla con la lucha, la resistencia, la dignidad y la felicidad”, escribió Berkins.
El trino del locutor no da lugar a interpretaciones. Es claro que lo usó para discriminar. Por eso y por el mensaje tan peligroso que esconde detrás es que me molestó tanto. Algunas personas pedían la renuncia de Díaz. Yo, en medio de la rabia, llegué a pedir lo mismo. Pero no, pensándolo con cabeza fría no quiero a una persona más sin trabajo en Colombia.
Solo pido respeto para un grupo de personas que somos violentadas, asesinadas y a las que nos niegan derechos todos los días. Pido respuestas por parte de RCN Radio. Quiero saber qué protocolos siguen en su empresa cuando actos homófobos y violentos como este provienen de un empleado suyo. Quiero saber qué hacen como medio de comunicación para evitar amplificar mensajes de odio en contra de las minorías. (Ver: Decálogo de las empresas incluyentes).
No sé si algún día el locutor lea estas palabras. Seguramente, escribir ese trino le tomó menos de un minuto. Pero quiero decirle a Junior y a quienes piensan y actúan como él, que la próxima vez que digan o escriban algo parecido, entiendan que a las personas LGBTI nos ha tomado muchos años luchar por los mismos derechos que tienen las personas heterosexuales y que en ese inacabable camino nos han humillado, callado, maltratado y matado. Piense que usted y quienes apoyaron sus palabras le dieron, infortunadamente, la razón al miedo de mi papá.
Resignificar las palabras es una estrategia para luchar contra la exclusión y la discriminación”.
Enlaces relacionados
Bullying y homofobia en el colegio: hablamos mucho pero hacemos poco
El bullying por homofobia debe salir del clóset
Cristian Alarcón: una perspectiva queer o feminista va más allá de hablar de maricas o de mujeres
“A muchos medios les interesa lo LGBT cuando hay enfrentamiento”
8 respuestas para un periodismo incluyente
“¿Cómo es tu nombre real?” y otras preguntas impertinentes
Hombres que se “vuelven” mujeres
Cómo crear una polémica
La “polémica” manera de titular
Los falsos positivos del periodismo