En el primer semestre de 2011 se estrenaron en Colombia dos películas, una norteamericana y la otra mexicana, cuyo contenido incluye temática homosexual: Los chicos están bien (The Kids are All Right) y La otra familia.
Aunque cada una muestra una visión diferente de la homosexualidad, ambas permiten pensar que la temática gay es cada vez más recurrente en el cine comercial.
El punto más interesante de estos dos filmes radica en que la homosexualidad se presenta ya “instalada”, no se trata la dificultad de ser homosexual en la sociedad o las formas de aceptarse.
Se parte de la base de que sus protagonistas han pasado esa etapa, que para muchos suele ser difícil, y en el presente viven una vida plena y gozan de una familia estable.
En el caso de Los chicos están bien es interesante ver cómo la problemática no gira en torno al hecho de que las protagonistas sean lesbianas y madres a la vez, sino que se enfoca en la decisión de uno de los hijos de conocer a su padre biológico.
Esto me hace pensar que el cine finalmente se está desprendiendo de los estereotipos de que los homosexuales viven vidas atormentadas y llenos de terrores por lo que pueda suceder en su proceso de reconocimiento e inserción en la sociedad.
Lo que llama la atención es un aspecto que sigue siendo muy polémico en muchos países: la paternidad/maternidad y la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
También se hace poco énfasis en los paradigmas de que los gays son de una manera o de otra: afeminados, masculinas, temerosos o resentidos con su entorno. Los directores asumen que en la realidad existen parejas de todo tipo; entre otras, las homosexuales. No hay conflicto con respecto a esto.
Aunque en La otra familia este tema se hace más evidente que en Los chicos están bien, en ambos casos hay una intención de enfocarse en las dificultades de ser o de convertirse en padre o madre, bien sea por los prejuicios sociales, como en el caso de la película mexicana, o porque los hijos viven etapas de cuestionamientos y confrontaciones que los hacen rebelarse frente a las normas y las verdades establecidas en las familias; este es el caso de Los chicos están bien.
Recomendamos ver ambas películas porque cada una a su manera cuestiona valores y plantea hipótesis sobre situaciones que casi cualquier pareja es susceptible de experimentar.
También veo que en ambas hay una intención de superación del tema de la homosexualidad como conflicto interno (aunque no significa que ahora sea un lugar común hablar de esto) y que parten de la premisa de que la normalidad es una posibilidad muy factible en la realidad de muchas personas homosexuales.
Al principio la película me parecia muy correcta. Como indica el nombre de vuestro post, es una película que muestra la homosexualidad como una cosa normal. Hasta aquí bien, porque creo que es una buena forma de normalizar la situación del colectivo LGBT.
Por otro lado, creo que la película tiene más de hetero que de homosexual. Es como una película envuelta de temas LGBT que pretende ser “moderna” y de mente abierta. Pero en realidad acaba con algunos tópicos sobre nuestro colectivo (en el caso del film, que una mujer que es lesbiana puede mantener relaciones con un hombre, por ejemplo).
Yo personalmente no me vi demasiado identificada con la película. La pareja de mujeres tenian una relación un poco extraña. Por ejemplo, la escena cuando miran una película gay masculina… no sé, no me parece que sea muy realista.
Pero en fin, para gustos los colores! Ha tenido muy buena crítica, así que quizás tiene algo que yo no he sabido “apreciar”, no sé. A mi no me gustó.
Saludos!