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Theatron: entre la inclusión y la discriminación

Una lectora de Sentiido cuenta cómo, sin explicación alguna, les fue negada la entrada a Theatron a dos personas con quienes quería ir a “rumbear”. Esta es su reflexión tras lo sucedido.

Por Marcela Tovar Thomas @tovarmarcela

El viernes 8 de marzo, día Internacional de la mujer, me encontraba con mi compañero, una amiga y un amigo tomándonos unas cervezas y conversando.

Después de un par, hacia las diez y media de la noche, decidimos que sería rico irnos de fiesta a Theatron. Mi compañero y mi amigo jamás habían ido a este bar y mi amiga y yo hacía por lo menos 4 años no entrábamos.

Yo solía ir de fiesta a Theatron cuando estaba estudiando en la Universidad Nacional. Siempre me pareció un buen plan, siempre la pasé bueno, me gustaba la música. Tenía buenos recuerdos de Theatron. Pero jamás volví, no sé por qué.

Así, el 8 de marzo decidí volver a echarme la “pasadita” y comprobé que las cosas habían cambiado mucho. En otro momento me habría indignado y ya.

Pero ahora que soy activista de causas relacionadas con libertades individuales y manejo información (que es de dominio de todos) sobre el activismo LGBTI, veo la necesidad de plantear una discusión pública sobre este bar, su lugar en el imaginario colectivo del activismo LGBTI, su lugar real y su discurso como, lo veo yo, mera estrategia de mercadeo.

La fila para entrar

Comienzo por narrar los hechos: hacia las diez y media de la noche llegamos al bar. Hicimos una fila larga. Cuando íbamos llegando a la entrada nos pidieron que nos dividiéramos hombres por un lado, mujeres por el otro. Cuando ya mi amiga y yo nos encontrábamos adentro de las vallas y a punto de que nos requisaran para ingresar, llegaron los chicos diciendo que no los habían dejado entrar.

¿Por qué? Mi compañero dijo: “parece que hay que tener una tarjeta no sé qué”.   Sabemos todos que es la vieja estrategia para no dejar entrar a alguien que no les parece. Yo abordé a un señor, muy bien vestido a la entrada manipulando un computador, para contarle que no entendíamos qué sucedía. Él me invitó muy amablemente a hablar con los porteros para que ellos me explicaran.

Cuando fuimos hacia ese lado de la fila, me di cuenta que no éramos los únicos a quienes les pedían la tal tarjeta: todo aquel vestido con camisa y gafas o con barba estaban pidiendo explicaciones.

Al hablar con los porteros se me informó que por las cámaras miraban a quienes se encontraban en la fila y les indicaban a los porteros quiénes entraban y quiénes no y que ellos no podían pasarse por encima las órdenes. Volví a hablar con el señor del computador, le comenté la situación y me dijo: “lo siento, pero no puedo hacer nada”.

Esos son los hechos. Esta podría tratarse de una anécdota casi cotidiana en los bares de ciertos sectores de Bogotá en donde existe una práctica enraizada y casi sistemática de discriminación frente a personas que no “cumplen” los códigos de vestimenta o de estética que el establecimiento cataloga como “admisibles”.

No discriminación

Lo que me genera una gran reflexión es que este lugar no es un bar cualquiera. Se ha erguido como referente importante del activismo LGBTI. La lucha de este sector se fundamenta en buena parte, como históricamente lo han hecho otras comunidades estigmatizadas, en la no discriminación.

Por ello, una situación de discriminación tan evidente (aunque nada dramática –no nos íbamos a morir por no entrar al bar-) me hizo preguntarme por el papel que juega este tipo de espacios en la lucha política, en este caso de una comunidad específica.

Al día siguiente hice la denuncia en las redes sociales, ante líderes activistas de la causa, preguntando por qué estaban sucediendo este tipo de cosas. Un bar (o lugar) que es centro y lugar de encuentro de una comunidad discriminada históricamente y que acompaña este discurso anti discriminatorio, pareciera tener unas políticas claras y frenteras de discriminación.

Aún más, es un lugar en donde concurren muchos eventos LGBTI promocionados por la Alcaldía Local y la Alcaldía Mayor de Bogotá. En efecto, el lanzamiento de la semana del cine rosa y de la semana de la diversidad sexual de Chapinero se llevaron a cabo allá.

Esto, a mis ojos, hace que sea aún más problemática la situación pues una política pública antidiscriminatoria utiliza como sede de estos eventos un lugar que la practica.

Más casos

Pero mi sorpresa no termina ahí. Al manifestar mi inconformidad comencé a recibir comentarios que no sólo acompañaban mi malestar, sino que profundizaban en la situación. Muchas personas se quejaron de haber vivido lo mismo, por llevar un buzo, por tener barba, por tener pinta de skater y me comentaron de maltratos físicos incluso por parte de la gente de logística (de los que aclaro, no puedo dar fe).

Pero más allá de posibles maltratos físicos que serían meramente hipotéticos en este caso, creo que no hay que llegar a la violencia física para hablar de maltrato cuando se le niega a alguien la entrada a un lugar, sólo por su apariencia.

Mauricio Albarracín, activista LGBTI con quien trabajo de la mano en el tema de libertades individuales, denunció públicamente que muchos de los activistas se encuentran arrodillados frente a este tipo de sitios, y pretenden cerrar los ojos sólo porque representan un apoyo financiero para la causa.

A este tipo de afirmaciones se unieron varias manifestaciones de personas que consideraban a Theatron como un lugar que tiene políticas de discriminación.

No pretendo que lo cierren, ni que quienes hacen activismo con el apoyo de este lugar dejen de hacerlo. Tampoco que deje de ser el lugar de encuentro de la comunidad LGBTI institucionalmente o informalmente. Pretendo reabrir el debate sobre la utilización de un discurso.

No podemos seguir cerrando los ojos, quienes trabajamos por transformaciones sociales, frente a situaciones que contradicen abiertamente lo que defendemos. Nada hay de malo en tener un negocio, nada hay de malo en que ese negocio esté basado discursivamente en luchas históricas que buscan transformaciones profundas.

Esto hace parte de la innovación social y es justamente lo que le puede dar peso y sostenibilidad al activismo de cualquier causa. Pero no puede utilizarse ese discurso a manera de marketing, teniendo una política de trabajo completamente contraria a lo que se dice de puertas para afuera. Y aún más, no podemos como activistas de causas tan profundas permitir que se nos manosee nuestro quehacer político.

18 thoughts on “Theatron: entre la inclusión y la discriminación

  1. La lucha en estos días la tenemos que replantear, hay mucha endofobia y los sitios de encuentro nocturno son usados netamente como fin económico y no como en su principio un lugar para compartir con pares.

  2. por algo los establacimientos se reservan el derecho de admisión, sé que puede haber discriminación en el hecho de no dejar entrar a alguien, pero si uno se pone analizar la cosa, se puede llegar a la conclusión que si ya entra bastante gente ñera, ladrones y gente nada que ver, pues es mejor que haya cierto filtro para que un establecimiento no se vaya pal`piso.

    1. Pues no sé no me parece porque tampoco va gente ñera y un ladron puede ir vestido yo he intentado entrsr 3 veces y nunca he podido entrsr me he ido vestida en tenis también en vestido y por último casual con botas y de ninguna forma me han dejado entrar he ido con mi amiga y la verdad tampoco somos feas
      Para decir que es por eso nunca nos dejan entrar y no sabemos porque

  3. THEATRON es un monopolio fantoche y lleno de discriminaciones, excesos y perdidas de conciencia, sin embargo eso es la rumba, sea LGBT o sea hetero, tenemos en cuenta que theatron es un lugar de reconocimiento en la rumba bogotana y hasta nacional, ok no debe existir ninguna clase de discriminación sobretodo entre nosotros que somos blanco de discriminación constante. Si bien es cierto que la población LGBT está en pro los derechos, también es cierto que hay mucho farandulero lame zuelas, detrás de cualquier estrelluela fugaz que se pasea por el sitio, pero bueno, cada quien con sus cosas, al final eso es la rumba, un gesto vano y lleno de excesos, theatron no es diferente, igual entro por que me la paso del carajo, y que pena pero hay mucho ñero y ladron que quiere entrar es obvio que no lo dejen entrar, pero mucho más sutiles

    1. totalmente de acuerdo contigo…ya basta de rendirle pleitesias a ese antro de mierda…la peor gente va alla…solo superficialidad, musculos….strippers…hasta drogas dicen las malas lenguajs y el dueño es un burgues nuevo rico que favorece la discriminacion con sus politicas de admision…abajo el monopolio capitalista e hipocrita!!! mas espacios independientes para los gays.

  4. Theatron no es mas que un negocio, pensarse que un establecimiento se interesa por la necesidades de una población para la cual se creo es ser muy idealista. Este espacio no es si no: misògeno, clasista, sexista, racista,normalito, transfobico, burgués y un sin numero de calificativos más, allí no se acoge la libertad ni la lucha por la inclusión y menos la bandera de la diversidad. Es de anotar que no es el único establecimiento que comente arbitrariedades, por un lado se llaman lugares abiertamente LGBT, pero en su accionar no dan muestra de diversidad. Pero creo que esto ya lo sabemos tod@s. La gran pregunta es si lo sabemos por que los seguimos frecuentando? por que sigue siendo usado para campañas de no discriminación? cuando mas soportaremos estos atropellos? siempre que alguien es discriminado en estos espacios se arma alboroto en las redes y con el pasar de los días como todo, se olvida y se vuelve a la calma. Es hora de hacer acciones contundente contra estos establecimientos y no quedarse solo ahí.

  5. Hola ayer 5 de abril quise volver a este bar por q hace dos años no iba y me encuentro con q debo tener una tarjeta y hago la fila de eva y me dejan entrar pero a mi amigo no! La verdad fue horrible ibamos bn vestidos y veiamos como unas lacras malacarosas ingresaban aun mas mal nos sentimos en q se basaron para no dejar entrar a mi compañero? Quede super decepcionado d theatron hable con unos d los d logistica y les comente q veniamos d otra ciudad esactamente x ir a theatron y la respuesta fue la dichosa camara y q no habia nada q hacer desafortunadamente me sali y me fui con mi acompañant

  6. Theatron, PUES…les cuento nuestra expericia…siempre este sitio me habia parecuido ecxelente y al igual que Marcela Tovar Thomas, mis amigos y yo estabamos rumbeando en la 85, obviamente estabamos todos muy bien vestidos, y se nos ocurrio la magnifica idea de salir de alli e irnos a rumbear a Theatron, en total eramos como unos 10 amigos, cuando en la puerta nos detenien y nos dicen que sin la tal tarjeta de membresia No podiamos ingresar, tratamos de hablar y el señor de Logistica muy mal educado dijo que por la hora era imposible, lo mas extraño es que una pareja de hombres ingresaron y los dejaron entrar y no les pidieron dicha tarjeta. la verdad quede super indignadisima porque pense que no fue por la tarjeta sino que nos vieron con cara de Galas….

  7. nunca he asistido ha este sitio pero realmnte me encantaria ir aunque me da miedo y pena que me digan que pueda ingresar de todos modos felicidades y tienes toda la razon todos somos uno solo y aun ha si entre nosotros nos descriminamos

  8. ¿Comunidad LGBT? Creo que eso es la peor de las mentiras y el efecto mas dañino que se inventó el “activismo” liberal e institucionalizado que encontró en ello su beneficio personal. No hay tal comunidad. Para eso, esto de Theatron es una es de las pruebas de que eso es una falasia. Yo he escuchado a muchos gays prototipo decir “ay, si no los dejan entrar es porque no se saben vestir”. Una barbaridad. Eso sucede cuando se considera que una discoteca, donde hay que pagar como 50 mil pesos, de lucro de unos pocos y con esta y muchas otras prácticas mas en su interior se considera dizque lugar de inclusión. ¿La inclusión cuesta 50 mil pesos y vestirse de una forma predeterminada? Les invito a ver la película La comunidad de Alex de la Iglesia y ahí está la forma en que funciona “la comunidad”. Disidencia sexual, chicxs, por favor. No dejen que el mercado se coma una lucha histórica.

  9. hablare con los jueces de la nacion este lugar debe empezar a verse como un punto de discriminacion nuestros derechos como comunidad LGBTI deben establecerce ahora

  10. La mejor rumba élite de Bogotá, la mejor burundanga,la mejor escopolamina, y lo mejor ,ladrones vestidos de gabana y Chanel, ladrón es ladrón así esté bien vestido…

  11. Bueno me uno a estos comentarios pues ademas de lo anterior quiero dejar la inquietud sobre el personal externo de seguridad que contratan que al parecer son barristas el fin de semana pasado agredieron a una persona que no era delincuente lo confundieron se metieron a otro establecimiento muy violentos y al llamar la policia llamaron a un señor llamado Rafael el cual se desentendio del tema y al dirigirme con el policia para pedirle el numero de cedula a uno de los que habian ingresado a golpear la persona al establecimiento dijo que no tenia cedula este señor rafael hablo con la persona agredida y hasta ahi quedo todo pero el caso pudo ser mas grave pues eran 6 individuos y eran muy agresivos no se pararon con nada no parecian estar lucidos esto sin contar que tambien he intentado ingresar al lugar y me han negado la entrada en diferentes ocasiones sin nunca haber ingresado y siendo una persona que no tiene ningun tipo de problemas mas bien victima de este personal externo del cual como dije antes no hay quien responda por los atropellos que cometen pues a pesar de hablar con este señor Rafael al dia siguiente estaban trabajando como si nada y si les pido a las personas encargadas de defender las causas de la comunidad LGBTI que tengan en cuenta esto pues el caso pudo pasar a mayores y no creo que yo sea la unica persona que ha tenido este tipo de situaciones

  12. Si bien es cierto que se reservan el derecho de admisión, también es cierto que los parámetros de ingreso son clasistas y excluyentes, tienen excusas bien ridículas como “la cámara no lo identifico” o “cuando fue la última vez que visito el club. Iba con una amiga, bastantes presentables y nos negaron la entrada sin más ni más. Y lo peor de todo es que si se basan en la vestimenta había gente mucho peor que dejaron seguir como si nada. El hecho de ser un club de reconocimiento no da derecho de discriminar a juicio propio. Aseguró que dejan entrar más gente mala clase que la que niegan el ingreso.

  13. teatron, lleno de vicio y de trago barato, en vasos antihigienicos, de que putas se las dan tanto, prefiero ir a un bar en donde me sirven el trago como yo quiero no como llenando marranos, no me interesa entrar a ese bar , una vez no me dejaron entrar y no me morí igual la rumba gay uno es el que se la hace, en teatron la rumba es mas impersonal, no es un sitio cálido , es solo rumba electrónica aburrida y después de un tiempo es ridícula

  14. Hoy domingo 8 de octubre estoy leyendo este artículo puesto que nos pasó lo mismo a mi novia y a mí, sus amigos entraron a theatron, nos esperaban adentro para celebrar su cumpleaños (el de mi novia) haciendo la fila nos sacaron aparte y nos pidieron documentos, nos preguntaron si éramos clientes frecuentes q lo que respondimos que era la tercera vez que hibamos a éste bar, la chica nos dijo que el ingreso era únicamente para clientes frecuentes y nos negaron entrada, después de tratar de disuadir la chica para permitirnos el ingreso nos fuimos con el corazón en la mano, nos sentimos terribles y sus amigos allí adentro tenían sus regalos para festejar, nos devolvimos a casa preguntándonos ¿ que acaba de pasar? Según nosotras hibamos muy bien arregladas para la ocasión, vivir ésta experiencia de discriminación sin motivo alguno y en una fecha tan especial fué horrible.

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