Circula por las redes la noticia de que los rusos han encontrado una vacuna para prevenir la homosexualidad. La noticia se ha difundido con rapidez, a pesar de lo descabellada que puede sonar.
Recordemos que la historia científica rusa es mucho más sólida que la de otros países y que, aunque Estados Unidos reclame haber sido el primero en llegar a la luna, fueron los cosmonautas soviéticos quienes pusieron por primera vez, en 1961, a un hombre en el espacio: Yuri Gagarin.
Por su parte, en 1802 Osip Krichevsk convirtió la rústica leche deshidratada en la moderna leche en polvo, un producto comercial que desde entonces cambió la vida de millones de personas alrededor del mundo.
En la larga lista también se encuentran inventos y descubrimientos relacionados con la importancia de las vitaminas para prevenir enfermedades como el escorbuto, complementos a la estructura química y la tabla periódica de Mendelev de 1870, entre otros. Es decir, Rusia tiene una larga tradición en el campo de la innovación y la investigación científica y médica (y ni hablar de la literatura…).
El hecho de que se anuncie que un grupo de médicos rusos ha creado una vacuna contra la homosexualidad puede no ser sorpresivo dadas las recientes políticas instauradas por Vladimir Putin en contra de la “propaganda homosexual”. La noticia es descabellada, pero bajo este cielo qué no se ve ahora, puede pensarse.
Sin embargo, esta publicación es una muestra más de cómo los medios digitales ponen una y otra vez a prueba nuestra capacidad de sospechar y de dudar ante lo que vemos y leemos. La noticia fue publicada por un medio satírico llamado World News Daily Report, espacio en el cual se aclara que las noticias son falsas y pueden estar basadas o no en hechos reales.
Aún más curioso resulta que hubieran decidido ubicar a los “médicos” antihomosexuales en Novosivirsk, una ciudad que ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la astronomía y la investigación científica en la Rusia contemporánea (en los tiempos de Stalin, también fue un territorio de presos políticos).
La cuestión de fondo radica no tanto en que uno sienta vergüenza de haber caído en una “trampa” de estas, sino en que, por más críticos que queramos ser con la información que nos llega, en algún momento dejamos de dudar y de sospechar.
Hemos visto cómo en medios internacionales como The Onion o ahora en el caso colombiano con Actualidad Panamericana día a día se dispersan noticias falsas sobre temas de todo tipo. Estas páginas han optado por la risa para criticar la realidad y para mostrar cómo un medio independiente que “se inventa” sus propias novedades puede tener igual o más tráfico que los masivos tradicionales.
Hace un tiempo Actualidad Panamericana publicó la noticia de que la hija del presidente de Uganda, aquel que aprobó las leyes de persecución y cero tolerancia con la homosexualidad, era lesbiana. Seguramente a muchas personas les “corrió un fresco” al pensar que la vida es sabia y que “dios no castiga ni con palo ni con rejo”.
Pero era también una invitación a ver cómo la “realidad real”, esa de los presidentes, los fanáticos y los animales monstruosos (que podrían ser lo mismo, al fin y al cabo) nos deja tan boquiabiertos frente a lo que sucede, que algo aún más exagerado ya no nos sorprenderá y lo tomaremos como verdadero.
La sospecha también puede manifestarse por medio de la risa, de la burla ante la desesperada búsqueda de escándalos y noticias virales de los medios tradicionales, y del ojo entrecerrado de quien cree (retomando las palabras “shakesperianas” de duda en Hamlet), que “algo huele a podrido en Dinamarca”.
es triste ver este tipo de publicaciones faltas de argumentos y no solo eso si no también con un nivel de ignorancia atroz sobre el tema de la homosexualidad ya que es un hecho real, somos personas comunes y corrientes como cualquier heterosexual, la cuestión es que la sociedad misma se hace cargo de darnos la definición de enfermos y buscan la manera de inventarse algo negativo en contra de la población homosexual