Premios Sentiido a los Oscar 2014

Doce años de esclavitud (Twelve Years a Slave)

Por: Maya Angela Smith*

Director: Steve McQueen
Idioma original: Inglés
País: Estados Unidos /Reino Unido
Duración: 134 minutos
Protagonistas: Chiwetel Ejiofor, Dwight Henry
Calificación:
 

Aclaración: Por considerar que la reflexión más valiosa que esta película propone en materia de diversidad gira en torno a la raza, se le solicitó a la autora, quien es especialista en este tema, que centrara su reseña en las representaciones raciales más que en las cuestiones del género.

Lo primero que hay que decir es que, a diferencia de otras películas como Django sin cadenas, The Help y The Blind Side, esta película, que habla del complejo tema de la esclavitud en los Estados Unidos, está dirigida y escrita por hombres negros y no por blancos como las demás películas citadas.

Esta cinta, basada en el libro de memorias de Solomon Northup (1853), narra el secuestro y esclavitud de un negro libre de Nueva York y los doce años siguientes viviendo horrores inimaginables en varias plantaciones en Louisiana. La película ha sido nominada a nueve premios de la Academia, incluyendo Mejor Película, Mejor Director (Steve McQueen), Mejor Actor (Chiwetel Ejiofor), Mejor Actor de Reparto (Michael Fassbender), y Mejor Actriz de Reparto (Lupita Nyong’o). Si McQueen gana el premio de Mejor Director, será el primera persona negra en hacerlo en la historia de los Oscar  (es sólo la tercera vez que una persona negra es nominada para esa categoría.)

Aunque Doce años de esclavitud ha recibido bastantes elogios de la crítica, hay una tendencia de la Academia a votar de manera conservadora con respecto a los temas raciales. Se ha dicho que algunos de los miembros de la Academia no vieron Doce años de esclavitud en su totalidad debido a la temática truculenta y la forma impávida con que McQueen se acerca a ésta. Por ejemplo, el director intensifica escenas que son de por sí difíciles de ver alargándolas más tiempo de lo que la mayoría de los directores lo haría: por ejemplo, en la escena donde Northup pende de una cuerda alrededor de su cuello, arrastrando los pies en el suelo.

A pesar de que hay otras películas que abordan la esclavitud en los Estados Unidos, como la miniserie Raíces (Roots) y las películas Amistad y Django sin cadenas (Django Unchained), ninguna fue hecha desde el punto de vista de un director negro. Por esto, se podría argumentar que la representación inquebrantable de McQueen de los horrores de la esclavitud es posible, en parte, por su capacidad de tener empatía con los personajes de una manera que otros directores no han sido capaces de hacerlo.

Al igual que los esclavos que no podían apartar la mirada de sus miserias, McQueen suplica al espectador mirar incómodamente y mirar y mirar y mirar, demorándose en la impotencia que un esclavo tenía para poner fin a su calvario.

Sin embargo, es por esta incapacidad para actuar que algunas personas, especialmente algunos miembros de la comunidad negra, están cansados y frustrados. Ellos argumentan que la gran mayoría de las películas de Hollywood que representan a los afroamericanos les relega a papeles serviles y subordinados, como en Doce años de esclavitud, Historias cruzadas (The Help), y El Mayordomo (The Butler), cuando hay un montón de figuras históricas como Toussaint L’Ouverture, Harriet Tubman y Sojourner Truth , por nombrar sólo unos pocos, que serían protagonistas que no tienen que esperar un salvador blanco para experimentar la libertad.

Por un lado, no hay nada malo en retratar personajes con una capacidad de actuar limitada porque la realidad es que varias instituciones en los Estados Unidos han intentado y conseguido limitar el poder y la voz de la comunidad negra durante siglos. Sin embargo, esto no quiere decir que la historia afroamericana carece de personajes fuertes y de negros que han tomado su destino en sus propias manos contra todo pronóstico. Estas historias tienen que ser compartidas, también. La pregunta que debe hacerse es si serían las audiencias blancas tan receptivas a estas películas si su culpabilidad no pudiera ser mitigada por la presencia de un salvador blanco.

Esta falta de equilibrio en contar las múltiples perspectivas de la experiencia negra también se ve en el hecho de que las películas que tienen que ver con cuestiones raciales más contemporáneas han ido mal cuando se trata de elogios. Fruitvale Station, que recibió excelentes críticas no fue nominada para ni un premio de la Academia. La película examina los acontecimientos que rodearon el asesinato de un hombre negro, desarmado y esposado, por un policía de tránsito en Oakland.

Para gran parte de afroamericanos, Fruitvale Station encarna los temas actuales de raza y desigualdad en Estados Unidos en momentos coyunturales, en los que varios jóvenes negros desarmados, como Trayvon Martin, Jordan Davis, y Renisha McBride, fueron asesinados por hombres blancos que debido a los estereotipos que señalan a los hombres negros como violentos y peligrosos, se sintieron amenazados sin otro motivo que la proximidad de los jóvenes.

El hecho de que esta película fue pasada por alto por la Academia refleja un problema más grande en los Estados Unidos donde no queremos evaluar realmente las desigualdades persistentes que se conservan de la esclavitud y donde nos contentamos relegando las cuestiones raciales al pasado.

Doce años de esclavitud, tan difícil como es de ver, es algo que podemos conectar a un tiempo remoto, permitiendo a los espectadores no tener que reflexionar sobre su legado hoy en día si así lo desean. En cualquier caso, Doce años de esclavitud es una película increíblemente actuada y dirigida. Es también matizada y da mucho que pensar. Por eso recibe 5 Sentiidos.

* Maya Angela Smith tiene un PhD en lingüística de lenguas romances de la Universidad de California, Berkeley. Es profesora de francés a la Universidad de Washington, Seattle.